La Región sufre desde hace varios días una alta intensidad de actividad sísmica. Solo este miércoles, en la geografía murciana se han producido cinco terremotos.

El primero de ellos se produjo de madrugada, en torno a las 5.45 horas. Este seísmo tuvo 1,5 grados en la escala de Richter y se produjo a doce kilómetros de profundidad dentro del término municipal de Pliego.

El segundo tuvo lugar tan solo diez minutos después en Mula, con 1,9 grados y a 13 kilómetros de profundidad.

Tan solo dos horas más tarde, a las 7.53 horas, Pliego volvió a sentir una leve sacudida, concretamente de 1,6 grados, por un terremoto que tuvo su epicentro a 12 kilómetros de profundidad.

En torno a la 1 del mediodía, el municipio de Pliego, uno de los más afectados por la actividad sísmica de estos días, sintió de nuevo un temblor. En esta ocasión de 1,6 grados, cuyo epicentro se situó a 10 kilómetros de profundidad.

El último terremoto producido en la Región este miércoles hasta ahora, a la 1.20 horas, ha sido el más fuerte del día, en Pliego una vez más, con una intensidad de 2,2 grados en la escala de Richter. Este temblor se ha producido a 11 kilómetros de profundidad.

Desde el Centro de Coordinación de Emergencias, y ante los numerosos temblores de los últimos días, han elaborado unas indicaciones básicas para seguir antes, durante y después de un terremoto.

Antes de un terremoto

Antes de que sucedan, según Emergencias, lo mejor es tener claro cuáles son los mejores lugares de la casa para ponerse a resguardo y proteger, sobre todo, la cabeza. Por ejemplo: mesas resistentes, marcos de las puertas, rincones de la casa que estén despejados, columnas y pilares para colocarse junto a ellos y muebles resistentes para acurrucarse o sentarse junto a ellos.

Además, es importante prevenir y sujetar con escuadras aquellos muebles, como estanterías , que estén junto a la pared y puedan volcar en caso de terremoto. También hay que tener en cuenta que es importante evitar colocar objetos de peso en lo alto de estanterías.

Si hay niños pequeños en la casa, hay que enseñarles a cortar la luz y el gas, por si fuera necesario cortar el suministro.

Los productos tóxicos e inflamables deben estar guardados en un sitio seguro.

También es muy útil tener en casa un botiquín, una linterna que no requiera pilas, sino que sea tipo dinamo, botellines de agua, un silbato y un extintor.

Durante el temblor

El Centro de Coordinación de Emergencias recomienda que, al comenzar a sentir el seísmo, se mantenga la calma y se busque un lugar en el que proteger la cabeza. Además, es importante alejarse de las ventanas y tabiques de vidrio para que los cristales, si se rompen, no nos corte.

Bajo ningún concepto hay que utilizar un ascensor, ya que podría caer o quedarse atascado. Además, es importante no encender velas ni la luz eléctrica, es mejor utilizar una aplicación móvil de linterna o una tipo dinamo.

Si estás en la calle, el 112 recomienda huir de las fachadas de edificios, ya que podrían desprenderse las cornisas o maceteros. Es mejor resguardarse bajo el dintel de las puertas de entrada. Además, también hay que evitar los árboles y farolas.

Si un terremoto te sorprende conduciendo, no debes salir del coche y es imprescindible recordar que se debe huir de edificios degradados, de tendido eléctrico y de puentes.

Después de un terremoto

Una vez que el seísmo haya terminado, el 112 recuerda que no hay que encender cerillas, por si se hubiera producido una fuga y se pudiese ocasionar un explosión.

Si te has quedado atrapado, mantén la calma y actúa: tápate la nariz y la boca con un paño o con la propia camiseta, porque el polvo producido podría ocasionar asfixia. Da golpes para indicar tu posición.

Un terremoto fuerte suele ir acompañado de réplicas, por lo que es recomendable acudir a espacios abiertos para evitar que un temblor posterior pueda afectarnos.

Desde el 112 insisten en que, tras un seísmo, hay que evitar pisar cables caídos.