La competencia de las grandes superficies y las ventas online están empañando la campaña navideña en el pequeño comercio de Murcia, que trata de atraer a los clientes con regalos y promociones especiales. La presidenta de la Asociación Triángulo, Carmen Piñero, que también forma parte de la dirección de la nueva federación constituida por las asociaciones del municipio, explicó que los comercios adheridos a esta asociación están ofreciendo a su clientes «bonos para taxis o para aparcar en un parking durante media hora» como alicientes para evitar que la clientela se marche a los centros comerciales. Por su parte, el presidente de la asociación Centro Comercial Abierto y de la Federación de Pequeños Comerciantes de Cartagena, Antonio Sánchez Casado, considera prematuro hacer balance de la campaña navideña y apunta que «en la calle hay alegría y se ven muchas bolsas».

La eliminación del periodo oficial de rebajas se ha convertido en un quebradero de cabeza para el pequeño comercio, dado que desde principios de diciembre los establecimientos empiezan a ofrecer descuentos y promociones para dar salida a los artículos acumulados en la trastienda después de un otoño demasiado cálido, que ha retrasado el arranque de la campaña invernal.

Por otra parte, las compras a través de Internet están convirtiéndose en una práctica cada vez más extendida, que permite en muchos casos encontrar sin salir de casa productos que no están disponibles en las tiendas físicas. Algunos consumidores utilizan además las plataformas digitales de distribución para hacer llegar los regalos a sus destinatarios.

Sin embargo, la presidenta de la Asociación Triángulo de Murcia sostiene que «creer que el comercio online es el futuro es mentira. No es posible creer que eso es el futuro». A su juicio, se trata de una práctica que «no forma parte de nuestra cultura y acabará siendo una parte más del consumo». Añadió que «en Estados Unidos el comercio electrónico está haciendo más daño a los centros comerciales que al pequeño comercio».

Carmen Piñero reivindica la función del comercio urbano como una forma de sustentar la economía local, que ayuda a mantener el tejido económico y social en las ciudades. Recuerda que «los beneficios de las grandes superficies no quedan aquí ni ayudan a crear riqueza y empleo, sino que se va fuera». Apela por eso a la responsabilidad de los consumidores para que sean conscientes de que «el consumo responsable es el que va a defender nuestro futuro». Añade que los intentos de los centros comerciales por atraer a los clientes para «llevarlos a sitios cerrado» e inducirlos a convertir las compras en una forma de pasar el tiempo libre tampoco forma parte de la cultura tradicional. «Por eso tienen que ser cada vez más agresivos para que vaya más gente», aclara.

El presidente del Centro Comercial Abierto de Cartagena considera prematuro avanzar los resultados de la campaña navideña y apunta que habrá que esperar unos días para sacar conclusiones. Tampoco se pronuncia sobre la posible incidencia del comercio electrónico. «Ahora estamos centrados en nuestro establecimiento y en las ventas. En la calle se ve más gente y se ven más bolsas. Hay alegría, lo que no puedo decir es si se va a traducir en compras», concluye. Su impresión es que el buen tiempo puede ayudar si se mantiene la próxima semana, al menos hasta la víspera de Reyes. A su juicio, las temperaturas superior a los 20 grados centígrados en las horas centrales del día permite disfrutar de «una situación muy cómoda», que invita a salir. «Tendría que llover después de la campaña».