Medio centenar de piezas de marfil, además de sables, catanas, ánforas y vasijas antiguas. Es lo que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) hallaba recientemente en dos naves de la Región, una ubicada en Cartagena y la otra en Librilla. Lo hacía en el marco de la operación ´Pandora´, para luchar contra el expolio.

Todo comenzó cuando investigadores del Instituto Armado tuvieron constancia de que alguien estaba intentando vender online piezas de marfil. Los expertos saben que proliferan sitios de Internet en los que se venden ilegalmente especies amenazadas y partes de animales, especialmente marfil de elefante. Las pesquisas, en este caso, llevaron al Seprona hasta una nave del Polígono Industrial Cabezo Beaza.

La intervención en la ciudad portuaria tenía lugar a finales del mes pasado. Los investigadores encontraron en la nave medio centenar de piezas de marfil no sólo de animales existentes: también de extinguidos. Había piezas de mamut, indicaron fuentes cercanas al caso. Estas piezas no tenían documentación alguna.

Asimismo, en la nave había una decena de vasijas pertenecientes a distintas épocas y culturas. Una de ellas, la Antigua Roma. En este sentido, había numerosas monedas romanas en el lugar. Los investigadores pronto corroboraron que muchas de las piezas (algunas almacenadas en bolsas) procedían del expolio arqueológico.

Se hallaron también ánforas, una vasija funeraria y una campana de bronce, entre otros tesoros.

En la misma nave, la Benemérita encontró dos docenas de armas largas antiguas, media docena de sables y catanas, dos pistolas y cinco revólveres.

El propietario de los objetos (un hombre sin licencia de armas ni acreditación como coleccionista) quedó en calidad de investigado para determinar posibles responsabilidades penales, pero no ha sido detenido.

Siguiendo en la misma operación ´Pandora´, después el Instituto Armado llevó a cabo otra intervención, en esta ocasión en el municipio Librilla. Allí se encontraron, principalmente, restos de fósiles.

Los tesoros decomisados están, de forma provisional, en una nave de la Consejería de Cultura. Se espera que sean llevados al Arqueológico de Murcia.