La borrasca 'Ana', el primer gran temporal de otoño, se ha cebado con el litoral murciano, especialmente con el municipio de Cartagena, donde se concentraron el mayor número de intervenciones de los equipos de emergencias del 1-1-2 a causa de vientos que alcanzaron los 95 kilómetros por hora. Caídas de árboles y muros, dos heridos leves y olas de varios metros, entre las consecuencias.

La Comarca del Noroeste fue la segunda zona más afectada, y allí los vientos oscilaron entre los 98 y los 77 kilómetros/hora, según Caravaca Meteo.

Por lo que respecta a las lluvias, aunque fueron bastante generalizadas, no dejaron importantes cantidades que puedan dar un respiro a la sequía. Zarzadilla de Totana con 5,4 l/m2 y el embalse de Pliego, con 4,8 l/m2, fue donde más llovió. Sí ayudaron a refrescar los cultivos y a lavar las hojas y troncos de los árboles.

El Centro de Coordinación de Emergencias 1-1-2 de la Región recibió un total de 259 llamadas por 192 asuntos desde que comenzó el temporal hasta media tarde de ayer. 203 llamadas fueron por 149 asuntos en Cartagena, seguido de lejos por Murcia con 12 llamadas y 8 asuntos. Un total de 113 llamadas por 50 asuntos lo fueron por saneamiento y caídas de objetos. Por obstáculos en la vía, hubo 89 llamadas por 64 asuntos.

En el municipio de Cartagena el fuerte viento registrado durante la madrugada y las primeras horas del día ocasionó dos heridos de carácter leve y numerosos destrozos en la ciudad.

En uno de los casos, un joven cayó de un tejado de baja altura mientras ayudaba a un vecino a fijar unas partes del techado que se habían movido por el viento. La otra persona herida fue una mujer de 38 años, que sufrió una caída mientras salía apresuradamente de su vehículo al desplomarse una valla publicitaria sobre el coche que conducía. La marquesina estuvo a punto de aplastarla. Otro coche resultó dañado por la caída de una rama de un árbol.

Los operarios municipales de jardines estuvieron todo el día tratando incidencias relacionados con daños en el arbolado. La carretera al Portús y la de La Algameca estuvieron cortadas al tráfico durante buena parte de la mañana debido a sendos desplomes de árboles de gran tamaño.

Varios techos salieran por los aires, como en el IES Politécnico y en el colegio del Patronato. En este centro los alumnos fueron desalojados por el desplazamiento de varias láminas de techo.

La mayoría de las incidencias que atendieron Bomberos y la Policía Local fueron por desprendimientos de techos, caídas de ramas de árboles, cableado eléctrico, así como desplazamiento de contenedores de basura.

En Tentegorra, el viento arrancó de cuajo un pino plantado en el merendero del Kiosko de Miguel. En el momento del suceso no había nadie en el lugar. La borrasca también hizo que volcase un camión de reparto estacionado en un barrio del extrarradio de la ciudad; y que una de las puertas correderas de cristal del centro comercial Cénit, cayera al suelo, sin causar daños personales.

Varios edificios de la Universidad Politécnica, como el campus de Alfonso XIII o el antiguo CIM, estuvieron acordonados parcialmente debido a caídas de ramas y desprendimientos de cornisas o cristaleras.

En la dársena de Cartagena se podían ver olas de varios metros de altura rompiendo en los diques. La Autoridad Portuaria cerró el tráfico marítimo por las rachas de viento y la flota pesquera tampoco salió a faenar. Además, el mar arrojó a la orilla en La Azohía a una ballena calderón, que se encontraba muerta y en avanzado estado de descomposición.

La ventisca dejó paso al mediodía a una fina lluvia y, entrada la tarde, salió el sol.

La peor parte del temporal de viento en la comarca del Noroeste se la llevó Cehegín, donde Policía Local y Bomberos tuvieron que realizar varias salidas a lo largo de la mañana de ayer.

Los agentes tuvieron que intervenir en la caída de un muro de una vivienda contigua al colegio Conde de Campillos en la Cuesta del Olivar; caídas de rama en la carretera de San Ginés y un pino que cortaba la carretera de acceso a la vereda de Arjona. Los servicios de emergencia también tuvieron que acudir para despejar la vía pública por caída de tejas, sobre todo en el casco antiguo, un poste de luz, así como caída de cables y cornisas.