Dice la canción que la vida es una gran sala de espera, pero lo cierto es que una de las esperas más largas y difíciles es la que se ven obligadas a hacer las familias murcianas desde que inician el proceso de adopción hasta que pueden abrazar a sus hijos, que puede alargarse hasta en torno a los siete años, pero puede ser mayor en el caso de niños de países extranjeros.

En la Región hay 223 familias en el registro de adoptantes a la espera de recibir a un menor nacido en España. Este año se han recibido 48 nuevas solicitudes, lo que supone un descenso con respecto a 2016, cuando se rozaron las 80.

El periodo de tiempo que aguardan los murcianos que quieren adoptar se inicia con la valoración de idoneidad, que puede realizarse en la Región a través de vía pública y, en el caso de adopciones internacionales, a través de la asociación Albores.

Los requisitos necesarios para tener un informe favorable en la adopción pasan por un proceso de valoración psicosocial, que incluye aspectos sociales y económicos, y que contempla cuestiones como la vivienda y la estabilidad laboral, y psicológicos, donde se evalúa la estabilidad emocional y la capacidad afectiva, además se tiene en cuenta el compromiso de ayudar al menor a buscar sus orígenes en el caso de que así lo deseara.

Además, según la legislación, el adoptante ha de ser mayor de 25 años, al menos uno de los dos en el caso de una pareja, y que la diferencia con el adoptado sea de al menos 16 años y menor de 45.

La eternización del proceso ha hecho que en los últimos años hayan descendido las solicitudes de adopción hasta muy por debajo del 50%. Las cifras hablan por sí mismas: entre 2005 y 2010 hubo un boom de solicitudes en la Región-entre 2008 y 2010 se presentaron una media de 180 por año-, sin embargo, desde 2013 no llegan a 100.

China y Rusia lo ponen difícil

China y Rusia lo ponen difícilSi las adopciones de menores españoles se han reducido notablemente debido a los años que se puede alargar el proceso, las adopciones internacionales han caído en picado porque la odisea burocrática ralentiza aún más los tiempos. Las diferentes legislaciones y los cambios económicos de los países de los que proceden los menores han sido la causa principal.

A esto se suma que países con los que históricamente ha habido un flujo mayor de adopciones, como China y Rusia, ahora facilitan la adopción dentro del país y solo la ofrecen a otras naciones cuando los niños no son acogidos, bien porque son rechazados por problemas de salud, bien porque no se adaptan.

A 1 de diciembre de 2017 hay 172 familias murcianas en espera de asignación de adopción internacional y se ha registrado un total de 26 solicitudes para niños extranjeros, diez de ellas en China, cinco en India, cuatro en Vietnam, dos en Polonia, Rusia y Bulgaria y uno en Brasil. Además, los menores adoptados en el extranjero en 2016 fueron 7. Respecto a la nacionalidad de estos menores, cuatro de ellos nacieron en China, dos en Etiopía y uno en Rusia.

Una vez terminado el proceso de adopción internacional y tras la llegada del menor a territorio español, se abre un expediente de seguimiento postadoptivo. Este año hay 350 casos en el programa de seguimiento de adopción internacional.

Los requisitos suman años

Los requisitos suman añosEl proceso de adopción se puede alargar más o menos dependiendo del tipo de solicitud de las familias, según explicó la directora general de Familia y Políticas Sociales, Miriam Pérez. Así, aquellas unidades familiares que quieran a un bebé menor de tres años y sin ningún problema de salud pueden llegar a esperar hasta siete años. «Cuanta más edad, mayor número de hermanos se acoja a la vez o si se aceptan niños con discapacidad, menor será el tiempo que la familia aguarde para encontrarse con su hijo», explican desde la Consejería de Familia.

Así, el tiempo de espera se reduce hasta los 12 o 18 meses en el caso de que los padres adopten a través del conocido ´Pasaje verde´, es decir que se acoja a menores con necesidades especiales. Además, si la familia presenta una solicitud para un niño mayor de ocho años el procedimiento de asignación se puede reducir a un año. Sin embargo, en esta franja, según explican desde la Consejería, tan solo hay 25 familias a la espera, ya que prefieren niños más pequeños.

La Región apuesta por la acogida

La Región apuesta por la acogidaLa Consejería de Familia apuesta por la promoción en la Región del acogimiento familiar como medida prioritaria de protección de los menores en situación de desprotección grave o desamparo.

En la Región existen varios programas de acogida, cuya diferencia principal es la duración, ya que pueden ser temporales, con una duración máxima de dos años, salvo prórroga, o permanentes, que suelen concederse a familias que previamente han acogido al menor a través de un programa de duración determinada.

Además, hay programas como ´familia amiga´ o ´vacaciones en familia´ que favorecen el contacto de los menores con un ambiente normalizador durante el periodo estival o los fines de semana. En total, hay unos 300 menores en acogimiento residencial en la Región.

La consejera de Familia, Violante Tomás, agradece a las familias acogedoras «su sensibilidad y colaboración con la infancia en la Región», aunque añade que «necesitamos más familias para acoger a niños en situación de desamparo para evitar así su ingreso en un centro de menores y darles la oportunidad de vivir y crecer en una familia».

Perfil de las familias murcianas en espera para adoptar

Perfil de las familias murcianas en espera para adoptarSegún datos de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Región de Murcia, el perfil de las familias que esperan un niño es mayoritariamente (80 por ciento) biparental, y de estas solo el 3 por ciento se corresponde con cónyuges del mismo sexo. Además, un alto porcentaje de estas unidades familiares ya tienen niños adoptados y esperan el segundo o tercer proceso de adopción. En cuanto al resto, el 10 por ciento son familias monoparentales femeninas y tan solo el 5 por ciento restante, monoparentales masculinas.Además, la edad media de las familias que presentan las solicitudes gira en torno a los 40 años. La mayoría se encuentra en una franja de entre los 35 y los 46.