El grupo de investigación Inmunidad, Inflamación y Cáncer de la Universidad de Murcia (UMU), liderado por Victoriano Mulero, ha conseguido seguir en tiempo real la evolución de una metástasis, es decir, la invasión del tumor a otros tejidos, con el objetivo de buscar posibles dianas terapéuticas. El artículo, publicado en International Journal of Cancer, ha estudiado in vivo la agresividad del melanoma, es decir, del tumor más agresivo de la piel, utilizando como modelo el pez cebra, que por su transparencia permite ver en todo momento como se desarrolla el tumor.

Para llevar a cabo la investigación, el grupo trasplantó células de melanoma humano en larvas de pez cebra. Mediante dicho xenotrasplante (trasplante entre dos especies diferentes) se ve cómo éstas realizan la metástasis, es decir, simulando la evolución que ocurre dentro del paciente.

El melanoma se origina en los melanocitos, las células que pigmentan la piel. Estas son las encargadas de producir melanina, un pigmento que aumenta para protegernos de la radiación solar, y que es el encargado de que nos bronceemos. El problema es que una exposición prolongada al sol puede producir mutaciones en estos melanocitos, transformándose en un tumor denominado melanoma. Este tipo de cáncer en un diagnóstico tardío puede diseminarse a otras partes del cuerpo, es decir, producir metástasis.

Víctoriano Mulero, líder del grupo de la UMU, señala que «en este punto no se suele responder bien a las terapias». Por ello, la prevención es fundamental. Pero igual de importante es conocer los mecanismos implicados en esta invasión a otros tejidos. El investigador apuesta por buscar dianas terapéuticas, proteínas sobre las que un fármaco actúa para que se pueda prevenir la metástasis.

Proceso

El estudio se inicia con un xenotrasplante: trasplantan células del melanoma humano a larvas del pez cebra. «Se aprovecha la transparencia de las larvas, y mediante un colorante se tiñen las células humanas. Con este proceso se puede observar la metástasis y la interacción de vasos sanguíneos y el sistema inmunitario, que regula su desarrollo. Además, de poder examinar la evolución del tumor en vivo, el pez cebra se constituye como un modelo ideal por tener una respuesta muy similar» comenta el investigador.

El análisis revela que es una proteína la que aumenta la resistencia de las células del melanoma: la bcl-xL. Asimismo, esta induce la producción de la interleucina 8 (CXCL8) que promueve la agresividad del tumor, favorece la formación de vasos sanguíneos y la metástasis. El biólogo explica que estos resultados tienen interés terapéutico. «En el caso de tumores que tengan niveles altos de estas proteínas bcl-xL e interleucina 8 el pronóstico del paciente es malo», declara. Por otro lado, aunque cada tipo de tumor es diferente, podría estudiarse el traslado de este modelo a otros tipos de cáncer en un futuro.