El actual precio del agua en España «es desigual», según usuarios y zonas y además «no refleja su escasez», aseguró Eva Hernández, responsable del Programa de Agua y Alimentos de WWF España durante la presentación de un estudio.

´¿Quién paga el agua? Una propuesta para la recuperación de costes' es el título del informe, que insiste en que este precio «debe reflejar que es un bien escaso», además de incluir el impacto generado por «su contaminación y sobreexplotación y para el deterioro de los ecosistemas acuáticos». WWF propone el uso de la recuperación de costes, una herramienta que «incentiva el ahorro, penaliza el uso abusivo y la contaminación» y contribuye a mejorar su estado bajo el principio de «quien contamina, paga». El precio debe ser determinado mediante un sistema «más justo, equitativo y transparente» no sólo para transmitir la idea de su escasez sino para «adaptarnos a las sequías cada vez más frecuentes e intensas».