El presidente de la Fremm, Alfonso Hernández Zapata, mostró su preocupación ayer por las consecuencias que el conflicto catalán puede llegar a tener en la economía regional, aunque en este momento resulta difícil calcular cuál será el impacto definitivo. Hernández Zapata recordó que la repercusión del desafío secesionista sobre el PIB de España se cifra en unas tres décimas, que se traducirían en la pérdida de unos 75.000 empleos en todas las comunidades autónomas.

Sin embargo, al tratarse de un conflicto localizado preferentemente en las empresas catalanas, estima que la repercusión en la pérdida de las contrataciones de Murcia será inferior al 3% del PIB que corresponde a la Región dentro de la economía nacional.

El presidente de la Fremm también defendió su deseo de que se alcance un acuerdo en el conflicto de las estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de la Región, cuya reforma legal ha llevado a los trabajadores a la huelga en las últimas semanas y está bloqueada por falta de consenso.