Aena ha tardado quince años en aterrizar en Corvera. La sociedad estatal que gestiona los aeropuertos públicos se ha resistido desde el primer momento a entrar en la gestión del nuevo aeródromo, mientras que miraba de reojo la evolución del proyecto en el que se embarcó el expresidente Ramón Luis Valcárcel cuando llegó a la conclusión de que San Javier no podía resolver las necesidades que planteaba el desarrollo turístico de la Región.

El aeropuerto compartido con la Academia General del Aire solo podía funcionar por la tarde, cuando los alumnos terminaban sus prácticas militares, lo que impedía establecer vuelos regulares de ida y vuelta en el día, salvo el avión a Madrid que se autorizó a primera hora de la mañana. Además, las limitaciones de su única pista impedían la llegada de grandes aeronaves, lo que provocó la fuga de la compañía que transportaba a Japón los atunes capturados en el Mediterráneo y del resto de empresas de carga. Pero el Ministerio de Fomento no solo ignoró las aspiraciones del Ejecutivo murciano, sino que construyó la segunda pista para permitir la coexistencia entre los vuelos civiles y militares y empezó a invertir en la ampliación de la terminal, que se ha renovado por completo.

Ahora las cosan han cambiado hasta el punto de que Aena es la única empresa que ha presentado una oferta para explotar el nuevo aeropuerto, cerrado desde hace más de cinco años, y puede estar en condiciones de empezar a operar antes de un año.

La compañía estatal se prepara para trasladar los vuelos civiles de San Javier a Corvera, mientras que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, se mostraba convencido esta misma semana de que el aeropuerto por el que ha pujado Aena será rentable y precisará una inversión mínima.

Aunque es posible que todavía se produzca algún desencuentro entre el Gobierno y Aena, una vez que la compañía presidida por el murciano Jaime García-Legaz se adjudique el contrato, el desenlace del concurso puede acabar con tres lustros de desavenencias, que arrancaron una tarde de agosto en Torrevieja, cuando Ramón Luis Valcárcel trataba de conseguir el apoyo del entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, para sacar adelante su intento de conseguir un nuevo aeropuerto, aprovechando el encuentro que los dirigentes y los cargos públicos del PP de Murcia y Alicante mantenían todos los veranos.

Trillo, que entonces era diputado por Alicante, tuvo claro desde el primer momento que los planes de Valcárcel chocaban con los intereses del aeropuerto de El Altet e ideó una forma de neutralizar el proyecto, con el argumento de que él resolvería los problemas de San Javier en un año.

Convenció al ministro de Fomento, que entonces era Francisco Álvarez-Cascos, para firmar un convenio que permitió construir la segunda pista de San Javier, destinada al uso militar. De esa forma dio por resuelta la incompatibilidad entre lo vuelos civiles y militares, mientas que se entablaba una carrera entre ambos aeropuertos, que acabó ganando San Javier, aunque la segunda pista no fue inaugurada hasta 2011, apenas unos meses antes de que acabaran las obras de Corvera.

El resultado es que Aena invirtió unos 70 millones en el aeródromo situado junto al Mar Menor, que ha seguido siendo rentable, a pesar de haber perdido la mitad de los pasajeros que logró antes de la crisis, después de haber alcanzado los dos millones en 2007.

Mientras tanto, Corvera ha costado de entrada unos 230 millones, a los que suman las expropiaciones de los terrenos, que aún están sin pagar, y los costes del crédito de 182 millones avalado por la Comunidad, que el Gobierno regional tuvo que asumir cuando la anterior concesionaria, Aeromur, dejó de pagar a los bancos, además de los gastos de mantenimiento de los más de cinco años que lleva cerrado.

En 2011 se iniciaron las negociaciones entre Fomento y la Comunidad para trasladar los vuelos civiles de San Javier a Corvera y evitar la competencia entre ambos, pero Aena pedía una compensación por la inversión realizada que Murcia no estaba dispuesta a pagar. Quince años después de que se iniciara la alocada carrera la sociedad estatal tiene la pista libre para abrir las puertas de Corvera.