El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Sangonera está «a tope», aseguran desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Murcia. Hasta el punto de que muchos de los inmigrantes que van llegando, y que no tienen sitio en las instalaciones, son llevados en furgoneta hasta la comunidad autónoma de Cataluña.

Así lo explicó el portavoz del SUP en Murcia, Javier Monje, que recuerda que la situación de saturación se agrava «con el buen tiempo», ya que, aunque sea otoño, siguen llegando pateras a las costas de la Región.

Cruz Roja atendió a 48 personas inmigrantes llegadas en patera a entre el lunes y martes.

Los 48 inmigrantes atendidos por Cruz Roja estaban en buen estado de salud, salvo uno de ellos que tuvo que ser atendido por hipotermia, según indicaron fuentes de la organización humanitaria.

Monje resaltó que en el centro ubicado en Sangonera cabrían 138 personas, pero actualmente sólo pueden entrar 116. El motivo es que dos de las habitaciones que fueron destrozadas en los motines que tuvieron lugar el año pasado aún no han sido arregladas «y allí no se puede dormir», detalla el portavoz del SUP.

También comentó que el personal policial que trabaja en el centro ha aumentado ligeramente, aunque «no todo lo deseable». En este sentido, apuntó que agentes de la UPR («los antidisturbios de Murcia», manifestó Monje) acuden a reforzar «a la hora de la comida o de la cena».

A juicio del representante del SUP, el centro de Sangonera «está cogido con palicos y cañicas».

Además, muchos de los agentes que han de trabajar allí «se sienten castigados», dado que se trata de «un trabajo ingrato».

Monje aseveró que el CIE «no es una prisión», y que allí los internos disponen incluso de su teléfono móvil. El tiempo máximo que un extranjero puede permanecer en este centro es de 60 días, al término de los cuales saldría libre.

«Muchos tiran su documentación al mar y, al no saberse de qué país son, no se les puede mandar a ninguno», dijo el policía.

En cuanto a la situación de la Policía Nacional en la Región, Monje recordó que decenas de agentes se encuentran desde hace semanas en Cataluña, y que debido a eso «se ha resentido la seguridad». Además, la presencia policial en la comunidad del nordeste español «se puede alargar a lo largo del tiempo», y, aunque los agentes hacen relevos y están «yendo y viniendo», sigue faltando personal.

En el mes de octubre, han llegado a las costas de la Región 705 inmigrantes a bordo de 62 pateras y, en lo que va de año, ya son 1.147 inmigrantes los que han alcanzado aguas murcianas a bordo de 110 pateras.