La Región de Murcia podría quedarse muy pronto sin bandas que pongan las notas musicales en los eventos religiosos, civiles y festivos que se celebran en todos los municipios durante el año. La Federación de Bandas de Música, que engloba a las 40 agrupaciones musicales de la Región, lanzó ayer un grito de auxilio ante la avalancha de inspecciones de trabajo que vienen sufriendo en los últimos meses las escuelas de música, que tiene como objetivo comprobar si el profesorado que enseña en estos centros tiene regularizada su situación laboral.

La Federación de Bandas lanzó ayer un comunicado para mostrar su más profundo «rechazo y malestar», así como su «absoluta disconformidad», ante lo que consideran «una persecución laboral y administrativa» emprendida por la Administración del Estado (en un principio culpaban a la Comunidad Autónoma, pero luego tuvieron que rectificar debido a que las competencias son estatales) contra las escuelas de música de las bandas federadas.

Exponen que ellos son «los primeros interesados en defender los derechos y obligaciones fiscales de nuestras asociaciones, así como el de los centenares de voluntarios, profesores y músicos que imparten clase en nuestras escuelas», por lo que no entienden «cómo se ha ordenado -y, por tanto, permitido- una inspección de trabajo para todas las escuelas de música de la Región de Murcia cuando, por el carácter propio y formal de nuestras asociaciones, sin ánimo de lucro, y sin la ayuda de la consejería competente en la materia, pretendan exigir unas obligaciones fiscales y laborales que no podemos asumir económicamente sin la ayuda de la Administración pública».

Las cuarenta bandas de música de la Región celebrarán una asamblea extraordinaria el próximo sábado a las diez de la mañana en Cabezo de Torres (Murcia) para decidir las posibles acciones a seguir ante esta situación que, de persistir, podría provocar el cierre de las escuelas de música y el final, tarde o temprano, de las bandas de música de la Región, algunas de ellas centenarias, según la presidenta de la Federación, Ginesa Zamora. «El sábado, si la Administración no se mueve antes, decidiremos aquellas decisiones, actuaciones y acuerdos que se estimen oportunos para hacer frente a este ataque frontal en contra de la cultura regional».

Zamora explica que las escuelas de música se financian con las subvenciones que reciben de los respectivos ayuntamientos y de las cuotas que abonan sus socios. Con ese dinero deben afrontar gastos como la compra de los instrumentos musicales. Representan a un colectivo de alrededor de 30.000 personas, muchos de ellos jóvenes que se inician en la música aprendiendo en la banda de sus respectivos municipios y que luego completan sus estudios en los conservatorios profesionales. «Más del 75% de los alumnos de los conservatorios se inician en las escuelas y bandas municipales», afirma Ginesa Zamora.

«Con las inspecciones no vemos otra voluntad que la de perseguir y pretender el cese del funcionamiento de nuestras escuelas, que no sólo son sustento social, educativo, juvenil y cultural de nuestras poblaciones», denuncia la Federación en el comunicado de prensa que difundió en la mañana de ayer. «No somos empresas, pero con estas inspecciones se nos trata como tal», denuncia la presidenta, quien recuerda a la Administración que «no se puede pretender que hagamos un esfuerzo que nos aboca al cierre. Lo que no podemos hacer es subir las cuotas a nuestros asociados, porque nos llevaría al cierre», continúa la mencionada Ginesa Zamora.

La Federación de Bandas de Música de la Región, añade la nota de prensa, «lleva años denunciando el desamparo, abandono y la escasa ayuda que perciben nuestras escuelas para un correcto funcionamiento de las mismas, así como clamando por la necesidad de una regularización de las mismas».

Finalmente la Federación de Bandas de Música expresa su deseo de entablar un diálogo urgente con la Comunidad, así como con cualquier partido político que se sensibilice con la gravedad del momento.