El ex ministro de Obras Públicas José Borrell ya se planteó la posibilidad de cobrar por el uso de las autovías del Estado, aunque nunca llegó a prosperar esta idea. Al igual que pretende hacer ahora la patronal de la construcción Seopan, la intención del Ministerio en aquel momento era cargar los costes del mantenimiento de las carreteras sobre los usuarios, en lugar de que los paguen todos los contribuyentes, con el fin de poder hacer nuevas obras.

El cobro de peajes por circular por las autovías penalizaría de manera especial a quienes se desplazan a diario de un lugar a otro por motivos de trabajo. Aunque en algunos itinerarios existen rutas alternativas a las autovías del Estado, estas carreteras acabarían saturadas como consecuencia del efecto disuasorio del peaje. Uno de los ejemplos más significativos sería el de la antigua carretera nacional que conecta Murcia y Alicante, en la que se encuentran algunos de los puntos negros más conflictivos de la red estatal.

La Consejería de Fomento ha eludido pronunciarse sobre la propuesta de Seopan de establecer un peaje de unos 10 céntimos por kilómetro porque no conoce la iniciativa. En algunas comunidades autónomas donde la propuesta de Seopan ha tenido más trascendencia pública, como en Castilla y León, se ha emprendido incluso una campaña de recogida de firmas para instar a las administraciones públicas a rechazar el cobro de peajes.