Las inspecciones que Turismo realiza mediante visitas y a través de Internet y de los portales dedicados al alquiler han permitido regularizar 548 alojamientos clandestinos en los ocho primeros meses del año. Los controles sobre los apartamentos utilizados como viviendas turísticas se han intensificado en los meses de julio y agosto, durante los cuales se han detectado 170 alojamientos alegales. Esta campaña veraniega ha hecho que 52 apartamentos de los 170 detectados se den de alta y ha permitido localizar 29 empresas dedicadas al alquiler de viviendas de vacaciones que operaban en la economía sumergida, lo que ha dado lugar a 21 actas.

Las visitas y las pesquisas realizadas por los inspectores han permitido además detectar un buen número de empresas dedicadas al arrendamiento de apartamentos turísticos que ni siquiera son las propietarias de las viviendas, por lo que no es posible exigirles su regularización. En estos casos, es preciso localizar al propietario para que inicie el proceso.

«Ante esta situación, lo habitual es que retiren toda publicidad del alojamiento ya que constituye una infracción grave», según indicaron fuentes de la Consejería de Turismo Cultura y Medio Ambiente.

Añaden que «de este modo, aunque no podamos llegar al titular de la vivienda, dificultamos o impedimos la comercialización de una oferta no reglada».

El departamento de Javier Celdrán considera satisfactorios los resultados de la campaña de verano que comenzó el 19 de julio, dado que las 78 visitas realizadas han permitido detectar 170 alojamientos alegales, que representan el 94% de los objetivos previstos en este periodo, que no llegaba al mes y medio. Como resultado de estas actuaciones se han regularizado 52 apartamentos. Sumando estas cifras a las acumuladas en los meses anteriores, la Consejería considera cubierto el 73% de los objetivos que había previsto para todo el año 2017, dado que se había propuesto hacer aflorar 750 alojamientos clandestinos y en este momento ha conseguido que se salgan a la luz 548.

En el año 2016 los inspectores de la Consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo consiguieron la regularización de 1.213 alojamientos dedicados al alquiler turístico en la Región, lo que supone que en poco más de veinte meses se han dado de alta cerca de 1.800 alojamientos que estaban siendo alquilados sin ningún tipo de control por parte de la Administración. Desde enero hasta finales de agosto los inspectores habían realizado 221 visitas, una cifra que supera en un 77% las previsiones iniciales para todo el año 2017.

Estas actuaciones han permitido detectar en total 532 alojamientos, una cifra que también supera los objetivos anuales, que estaban fijados en 500.

La Consejería de Turismo añade que las inspecciones están descubriendo, «cada vez más, una oferta alegal muy atomizada que, muchas veces, corresponde a particulares».

Por otra parte, el uso de portales y páginas web acrecienta los problemas para localizar a los propietarios, dado que «los anuncios que aparecen en Internet sólo muestran como contacto, en la mayoría de ocasiones, un número de teléfono o un correo electrónico, pero no aparece una sede física ni está identificando la persona física o jurídica que ejerce la actividad. Este hecho complica sobremanera la posibilidad de levantar acta y de constatar fehacientemente el ejercicio de la actividad y la identificación de su titularidad».

En contrapartida, se está produciendo «un incremento en el número de expedientes para la clasificación turística de una sola vivienda promovidos por particulares».

Esta tendencia ha hecho que el número de solicitudes pase de las doce presentadas durante todo el año 2016 a 96 expedientes hasta ahora. Ante estos resultados, se apunta la posibilidad de que «este aumento sea fruto de la actividad inspectora».

Por otra parte, la variopinta oferta que encuentran los inspectores ha permitido detectar que están siendo utilizados como alojamientos turísticos desde habitaciones alquiladas en viviendas particulares y viviendas vacías hasta bloques de apartamentos que no han encontrado salida en el mercado inmobiliario después de la crisis del sector.

De hecho, la fuerte demanda del mercado está llevando incluso a la Sareb a plantearse el arrendamiento de más de un centenar de apartamentos de la urbanización Hacienda del Álamo, junto con un hotel construido en este complejo que nunca llegó a abrir sus puertas, ante la evidencia de que las viviendas que no encuentran comprador sí están en condiciones de conseguir inquilinos.