La Audiencia Provincial de Murcia ha confirmado la sentencia de un Juzgado de lo Penal que condenó a seis meses de prisión a un joven que aprovechó que un amigo se duchaba tras jugar un partido de fútbol para apoderarse de joyas de la madre de este, que fueron valoradas en 1.400 euros.

Los hechos probados señalaban que los mismos ocurrieron en julio de 2013, cuando el hijo, junto con el acusado y un menor que en su día reconoció la sustracción de las alhajas, subió a su domicilio para ducharse tras el partido de fútbol y arreglarse para salir de paseo.

El denunciado aprovechó esa circunstancias para apoderarse de las joyas, sustracción que fue descubierta unos días después por la madre, que interrumpió los días que pasaba en el campo para dar una vuelta por la vivienda.

La sentencia del Juzgado de lo Penal de Murcia declaró probado así mismo que tras el hurto, procedió a la venta de las alhajas en un establecimiento de compra de oro, no pudiéndose ser recuperadas las mismas tras la presentación de la denuncia.

En su apelación ante la Audiencia, el acusado argumentó que los indicios tenidos en cuenta por el juez para condenar no pasaban de ser meras sospechas "incapaces por sí de desvirtuar la presunción de inocencia".

Y añadió que el hecho de que el menor hubiera reconocido la sustracción no suponía que el apelante hubiera tomado parte en la misma.

El tribunal coincide con el Juzgado en que los indicios tenidos en cuenta son suficiente para considerar la autoría del denunciado.

Y añade que este, pese a estar citado en forma, no acudió al juicio, "donde habría podido alegar en su descargo lo que tuviera por conveniente".