La frase "El mal llamado matrimonio homosexual es una abominación a ojos de Dios", pronunciada en noviembre de 2015 por el presidente de la Universidad Católica de Murcia, José Luis Mendoza, en la apertura de curso no constituye el delito de injurias ni tampoco el de odio, que le atribuyó en su querella el colectivo No te prives.

Así se recoge en un auto de la Audiencia Provincial que confirma el sobreseimiento libre de la causa acordado por el Juzgado de Instrucción de Murcia que, al mismo tiempo, no admitió a trámite la querella porque esa afirmación no iba dirigida a persona concreta alguna, por lo que no existía sujeto pasivo.

El tribunal dice en su resolución, contra la que no cabe recurso alguno, que "visto el contexto en el que se vierte la expresión denunciada y su tenor, en especial, la referencia que se hace a Dios, entendemos que las manifestaciones no dejan de ser más que una manera de expresar, aunque sí un tanto desafortunada, una opinión o crítica hacia la nueva legislación que ha permitido la celebración del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero no en sí contra el colectivo de gays y lesbianas".

"El querellado -añade- al decir esa frase no está mostrando desprecio hacia el colectivo en sí, ni tampoco está incitando a la discriminación hacia él o provocando una acción violenta contra el mismo, sino que expone su oposición al matrimonio entre personas del mismo sexo y desde el punto de vista puramente ideológico o teológico".

El auto de la Audiencia de Murcia recoge también que "hay que tener en cuenta cuál fue la reacción del sector tradicional de la Iglesia cuando comenzó a reconocerse la posibilidad de contraer matrimonio entre personas del mismo sexo, las críticas y la oposición mostrada al chocar con la idea arraigada de la unión entre un hombre y una mujer que siempre ha tenido del sacramento del matrimonio".