Para Guillermo Sánchez Rubio, artesano y dueño de la murciana ´Dpiedra Joyería´, recibir el Premio Producto Artesano 2016 de la Region de Murcia gracias a la creación del paparajote de oro ya fue toda una sorpresa y un logro. Pero la propuesta que le llegaría poco después de obtener ese galardón jamás se la hubiera imaginado y, aún a día de hoy, es consciente de que «suena muy disparatada».

De dar capas de oro a una hoja de limonero, algo que en su joyería continúan haciendo previo encargo, Guillermo ha pasado a crear placas conmemorativas y pines de oro que guardan en su interior un trozo de césped de dos estadios emblemáticos de España: El Calderón y el Sánchez-Pizjuán. Un concepto único que sorprende a todo aquel que lo conoce y que ha conquistado a los dos clubes a los que están ligados esos campos de fútbol.

A través de un amigo socio del equipo, directivos del Sevilla FC conocieron el trabajo del artista murciano, les pareció interesante y le pidieron que hicera algo para ellos. A Guillermo se le ocurrió la idea de fusionar la hierba con el oro y les gustó. «Me invitaron a Sevilla, a un partido de fúbol y a que conociera el campo», cuenta el propio Guillermo para LA OPINIÓN, quien añade que «poco despues me llegó un paquete por correo con un sobre chorreando. Mi asombro fue descubrir que en su interior había un metro y medio de césped del Sánchez-Pizjuán, con su tierra y su agua».

Sobre ese trozo de césped el artesano creó una pequeña colección de placas y pines. El proceso de creación de estas joyas únicas, que dura una semana aproximadamente por pieza, consiste en dar capas de oro de 24 kilates, manteniendo la hierba en el interior. De hecho, «por fuera es todo de oro pero dejamos una parte del terreno al descubierto para que se pueda ver y tocar», explica Guillermo. Su creación fue presentada al presidente del equipo sevillano, José Castro, a quién «le encantó».

Cuando el Atlético de Madrid fue a jugar a la provincia andaluza «lo comentaron entre presidentes y a Enrique Cerezo le interesó», explica Guillermo, con quien el club madrileño se puso en contacto para acordar una reunión con el propio presidente. «Cuando me vi con él, parecía un poco receloso, así que partí una de las piezas por la mitad para que viera bien el césped. Tú estás loco, me dijo». Tras ese encuentro, el equipo le encargó piezas exclusivas de oro y terreno del Calderón, campo del que el club se ha despedido, así como la colección de joyas oficiales del Atlético.

En la actualidad, Guillermo se encuentra trabajando en el encargo del Atlético de Madrid, mientras que en el Sevilla por el momento las piezas se usan como regalo protocolario. «Trabajamos bajo pedido. En mi casa tengo aún plantado césped del Sevilla, al que mimo mucho, y me siguen haciendo encargos». De momento, los objetos solo se pueden conseguir a través de los clubes y estos no los han puesto a la venta. No obstante, el murciano prepara una web en la que pondrá a la venta para cualquier ususario su obra sobre el conjunto sevillano, así como del madrileño.

Para él, su situación es «increíble» y se declara «contento porque es un proyecto muy bonito». Su deseo es que más clubes sigan los pasos de los dos con los que ya coopera y llegar al equipo nacional. «Mi sueño sería poder hacer una colección para la Selección Española», afirma.

SUS CREACIONES "Me han llegado a pedir joyas con una raspa de sardina por dentro"

En su tienda, ´Dpiedra Joyería´, situada en la calle Barrionuevo de Murcia, Guillermo recibe peticiones de todo tipo.

El pedido más frecuente, siguiendo la línea del popular paparajote de oro, es la pieza con forma de hoja de árbol. Pero esporádicamente ha tenido trabajos más excéntricos, como joyas con arroz de Calasparra o incluso con la raspa de una sardina. Sobre este último, «el problema fue disimular el olor», pero una vez conseguido, «el resultado fue muy bueno». Tanto es así que la periodista María Pina, doña Sardina durante las últimas Fiestas de Primavera de Murcia, lució un colgante de este tipo. El creador quiere «hacer más piezas así para las fiestas de este año, para todos los sardineros».

Guillermo, que hace un año trabajaba él solo en su tienda, se rodea ahora de un equipo de menos de diez personas para poder realizar todo el trabajo artesanal, dado que además de su colaboración con los equipos de fútbol continúa elaborando joyas para aquel que visite su local en Murcia.