Trasvase encubierto, cesión ilegal, denuncias ante la Fiscalía... Todo protestas desde Castilla-La Mancha. Quien crea que estamos por el buen camino para alcanzar un Pacto Nacional del Agua que permita acabar con los déficit de agua en las cuencas y territorios españoles no han vivido ninguna sequía en la cuenca del Segura.

La última viene de la mano de una autorización por parte del Ministerio de Agricultura de una solicitud de cesiones de aguas sobrantes entre regantes de la cabecera del Tajo (Estremera y La Poveda) y los del Trasvase(Murcia, Alicante y Almería), de aún no se sabe cuánto agua exactamente, según los regantes del Tajo-Segura, aunque parece que rondará los 8 hm3 de agua. Una autorización que llevan meses esperando y que supone otro grano de arena a las contribuciones que desde desaladoras y pozos de sequía, están recibiendo los agricultores que dependen del Tajo. Desde el pasado mes de mayo no reciben ni una gota de los pantanos de la cabecera de aquel río.

«Estamos ya cansados de decir que este tipo de cesiones están dentro de la legalidad y no afecta para nada a los recursos del Trasvase; es agua que ya tenían adjudicada los agricultores madrileños y que no han utilizado», insistió ayer el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, Lucas Jiménez.

Los regantes del Tajo-Segura lamentan que la «demagogia» esté a la orden del día cada vez que se habla de transferir caudales de una forma u otra, y quieren dejar claro que «nosotros no somos culpables de que pueblos ribereños de los pantanos del Tajo no tengan agua; hace meses que no viene ni una gota para el sureste», insistió.

Una vez más, los agricultores levantinos dejan claro la desalación no es la solución a los problemas del Segura.