Finalmente, y ante un empate técnico en la primera vuelta de las primarias socialistas, la bola ha caído del lado del alcalde de Alhama, Diego Conesa, quien ayer se hizo con la victoria por 220 votos de diferencia, frente a los 12 del domingo pasado, y se ha convertido en el décimo secretario general del PSRM-PSOE, sucediendo a Rafael González Tovar.

Casi el 52% de los militantes que ayer se acercaron a las urnas en las distintas agrupaciones de la Región se decantaron por Conesa (2.485 votos), quien también se hizo con dos de las tres plazas que ganó la semana pasada el tercer candidato y pedáneo de El Raal, Francisco Lucas: Los Alcázares, y el distrito Noreste de Murcia.

María González Veracruz por su parte, recibió el apoyo de 2.265 militantes, y se hizo con la mayoria de las plazas más importantes, como Cartagena y Lorca, si bien perdió en ocho de los doce distritos murcianos.

Recuperar la confianza

Diego Conesa compareció ante sus partidarios y los medios de comunicación en la sede del PSOE en Murcia, en la calle Princesa, pasadas las 10 de la noche, una hora después de conocerse oficialmente su victoria en las primarias. Con la sala abarrotada y entre ruidosos y contínuos aplausos, el alcalde de Alhama subrayó que la militancia había hablado y votado «libre y con la cabeza, sin contaminaciones» y que con este proceso «se han roto cadenas de 25 años».

«Habéis hecho lo difícil y ahora toca recuperar la confianza en el partido de los militantes, los simpatizantes y la sociedad civil», dijo, destacando la necesidad de trabajar en el partido, «desde la fraternidad y la unidad» para recuperar los municipios y la Región en 2019.

«Ha sido la fiesta de la democracia, hemos ganado dos veces; ¿no querían democracia? Pues toma dos tazas», apuntó.

El alcalde alhameño se mostró conciliador con el equipo de María González e indicó que a partir del lunes se sentará con ella para hablar, porque hay espacio para todo el mundo en el partido, «con el proyecto ganador como hoja de ruta». «Porque la gente no sobra; sí ciertas formas de hacer política que hoy han pasado a la historia».

Por último, insistió en que la victoria «no es un cheque en blanco», y en que los problemas de un municipio son de todos los socialistas de la Región. Y combatir la desigualdad y mejorar las infraestructuras, por ejemplo, con «un discurso sin mentiras».