Se dice que una imagen vale más que mil palabras, y si en alguna ocasión es más que cierto, es en ésta. En la fotografía de la izquierda, se puede comprobar el estado del pantano de la Fuensanta hace tres años, cuando la sequía empezaba a dar señales de vida. Al lado de estas líneas, ya con la sequía haciendo estragos, el embalse como está en la actualidad. Un antes y un después para llorar.