La Comunidad Autónoma de Murcia cuenta con una oficina de farmacia por cada 2.000 habitantes de media, una cifra que en los municipios grandes llega a una por cada 1.700. Ésta es una situación de privilegio para los ciudadanos, en comparación con la mayoría de los países del mundo. De hecho, en las 567 farmacias comunitarias de la Región ejercen casi 1.200 farmacéuticos que ofrecen asesoramiento a más 62.000 murcianos al día.

Así, por ejemplo, en la Unión Europea hay una media de 6.242 habitantes por farmacia. Es decir, que la Región tiene tres veces más farmacias que la mayoría de los europeos y en algunos casos, hasta cinco veces más (Holanda, Dinamarca, Suecia). Y diez veces más que en Estados Unidos.

La Organización Mundial de la Salud, por su parte, aconseja que haya una farmacia por cada 4.000 habitantes. En este sentido, se pueden aludir a ejemplos que revelan que en Murcia hay el doble de farmacias que en Dinamarca; que Luxemburgo tiene la mitad de farmacias que Cartagena; o que en la Región hay más farmacias que en toda Irlanda del Norte.

Urgencias y guardias

La mayoría de los ciudadanos consideran muy satisfactorio el servicio de urgencias que prestan las farmacias y eso que no se conocen algunos datos importantes: todos los días del año, más de 50 farmacias de la Región de Murcia permanecen a disposición de los ciudadanos durante las 24 horas del día. Los farmacéuticos prestan este servicio de manera totalmente gratuita y a los usuarios les cuesta exactamente lo mismo un medicamento a las 11 de la mañana que a las 4 de la madrugada.

Medicamento y su precio

Los precios medios de los medicamentos en Europa son tres veces superiores que en España, aunque en algunos casos pueden llegar a multiplicarse por diez. En EE.UU. y en América Latina, esas diferencias pueden llegar hasta el 1.600%. El gasto en medicamentos permite que enfermedades que antes eran de tratamiento hospitalario hoy lo sean de ambulatorio, con la consiguiente amortización de camas hospitalarias.

Propiedad de las farmacias

Dos sentencias recientes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea consideran que el hecho de que la propiedad de las oficinas de farmacia esté reservada para los licenciados «es la mejor garantía para que los ciudadanos reciban un servicio del más alto nivel sanitario, ya que se trata de profesionales alejados de intereses comerciales». De este modo, detrás del mostrador de cada farmacia se sitúa un profesional sanitario de primer orden, capaz de producir en España un ahorro de 3.000 millones de euros gracias a su consejo profesional, que permite evitar numerosas visitas médicas con su asesoramiento.