La Guardia Civil de Alicante ha investigado a 5 personas por delitos de protección de flora y fauna y falsedad documental e intervenido 75 ejemplares de aves exóticas con un valor de 20.000 euros en las localidades alicantinas de Elche y Hondón de los Frailes y en una tienda de Murcia.

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil iniciaron una investigación en el marco de la vigilancia sobre el tráfico ilegal de especies en peligro de extinción, a raíz de detectar una venta de un ejemplar de guacamayo, por un valor de 1.800 euros.

En las inspecciones llevadas a cabo en dos domicilios de Elche y en una tienda de animales de Murcia se intervinieron 34 yacos y un guacamayo militar, según han informado fuentes de la Guardia Civil en un comunicado.

La Guardia Civil comprobó que uno de los implicados falsificaba los documentos de las aves, alteraba su procedencia para que pareciera legal y así facilitar su comercialización.

Asimismo, era dueño de un criadero ilegal de especies exóticas en la localidad de Elche, ya que carecía de licencia de actividad y núcleo zoológico.

La operación ha concluido con la investigación de cuatro personas como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la fauna y otro delito de falsedad documental.

Las aves fueron intervenidas y depositadas a disposición judicial en la Administración de Aduanas y en el centro de recuperación de Río Safari de Elche.

Por otro lado, en la localidad de Hondón de los Frailes, los agentes del Seprona llevaron a cabo otra operación en una finca particular que estaba registrada como centro de cría de aves pero de licencia de actividad y permiso de núcleo zoológico.

En la finca se detectaron 130 ejemplares de aves exóticas, de 17 especies en total y, en su mayoría, parejas reproductoras dedicadas a la cría de nuevos ejemplares.

De ellas, los agentes pudieron comprobar que 39 de ellas carecían de los documentos pertinentes que certificaran su procedencia, por lo que fueron intervenidas cautelarmente y depositadas en la propia finca a la espera de una resolución judicial.

El resto de especímenes han quedado a expensas del informe que deberá emitir la autoridad administrativa en lo referente a la normativa