No se la va a recordar como una buena campaña en cuanto a la cantidad, pero sí por la calidad de sus uvas. Eso es lo que destacan los viticultores de la Región, que en muchos casos ya han enviado toda su producción a las bodegas, un par de semanas antes de lo habitual, una vendimia adelantada debido a la sequía y a las altas temperaturas.

«Esta va a ser una añada de vinos excelentes», comentó ayer el representante del sector de Coag, Pedro García. Una percepción que comparten algunos bodegueros de la zona, que no dudan en equipararla con los caldos de Rioja o Ribera de Duero.

García explicó que se espera una producción algo superior a los 663.000 hectólitros de vino, de los cuales, el 97% serían tintos y rosados; y el restante 3% blancos.

Más de la mitad del vino que se produce en la comunidad murciana (en torno al 53%) no se comercializa bajo el paraguas de las denominaciones de origen (en la Región hay tres: Jumilla, Yecla y Bullas), recordó García. «Son cantidades similares a las del año pasado y en el caso de que finalmente logremos mejorarla algó apenas alcanzará el 10 por ciento más», añadió.

«Las uvas están llegando a las bodegas con una graduación perfecta porque los agricultores hemos seguido las recomendaciones que nos han hecho los técnicos, quienes nos comunicaron que había que cortarla ya porque había alcanzado las mejores condiciones; más días en la cepa iba a perjudicar a la calidad del producto», destacó el agricultor jumillano.

Las variedades de uva blancas, Tempranillo y la Shyrah, son las que se están vendimiando ya, que llegan a bodegas con una alta graduación. Y la Monastrell, que es la más tardía, ya está empezando a recogerse en sus variedades más tempranas.

El adelanto en la vendimia se está produciendo también en el resto de las zonas productoras del país, incluso en Galicia, donde productores y bodegas ya la tienen en marcha.

Pero no todo han sido buenas noticias esta campaña. De hecho, el agricultor recordó el último pedrisco de principios de agosto, que han tenido a los técnicos y los peritos de Agroseguros visitando las fincas afectadas en el Altiplano para comprobar los daños.

«Ya están prácticamente todas revisadas», comentó, añadiendo que «esas lluvias no nos sirvieron de nada pese a la sequía que padecemos, puesto que el agua con piedra es malísima y deja a las plantaciones peor de lo que estaban antes».

En referencia a la sequía Pedro García comentó que había fincas en el Altiplano donde se estaban rellenado partes para los seguros agrarios por el estrés hídrico de las plantaciones. «La situación está muy complicada; el calor, en muchos momentos asfixiante, no nos ha abandonado desde el pasado mes de mayo». De hecho, no era extraño ver los termómetros alcanzar los 40 grados. «Pero con todo, el buen hacer de los agricultores ha permitido que no estemos hablando de una campaña catastrófica», insistió el presentante de Coag.