Técnicos de la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente han comprobado durante este verano, en los trabajos de control y seguimiento de la población de aves del espacio protegido de Isla Grosa, que este espacio de la Región cuenta con el mayor 'dormidero' de cormorán moñudo en el Mar Mediterráneo, con más de 400 ejemplares.

El consejero Javier Celdrán ha visitado este miércoles la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) para comprobar los trabajos de control y seguimiento de la avifauna, que han permitido que cada vez sea mayor la población de cormorán moñudo (Phalacrocorax aristotelis) que visita la isla para pernoctar y alimentarse.

"Esta población ha crecido, frente a la reducción que ha experimentado en las principales zonas que utiliza de 'dormidero' en el Mediterráneo, y la isla es usada como área de nidificación de unas 15 parejas, lo que confirma la función clave de Isla Grosa para esta especie", ha subrayado Celdrán.

Entre los objetivos de gestión en Isla Grosa está garantizar la conservación y recuperación del hábitat de las principales especies de avifauna, entre ellas la gaviota de Audouin, el paíño europeo y el cormorán moñudo, para lo que se realizan diversos trabajos en la isla.

En concreto, el paíño (Hydrobates pelagicus) nidifica en las cuevas naturales con la presencia de unas 10 parejas actualmente. Para ello, se acondicionó un nidal artificial en una superficie ocupada por edificaciones abandonadas, que fueron derruidas, y se seleccionaron y acumularon los restos apropiados.

Así, en la zona perimetral de los restos de la construcción se instaló una valla con objeto de minimizar la repetida predación de puestas, pollos e incluso adultos por parte de la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus).

Tras instalar un vocalizador con reclamo sonoro nocturno y atrayente olfativo (procedente de otros nidos naturales), varios ejemplares de paíño han explorado este nidal artificial y se espera que sea ocupado en próximos periodos reproductivos.

Respecto a la gaviota de Audouin (Larus Audouinii), desde la Consejería se trabaja para el reasentamiento, a través de la reducción de la presión de la gaviota patiamarilla (Larus michaellis) por remoción selectiva de nidos y huevos y la generación de zonas con escasa cobertura vegetal ideales para su anidamiento. Las actuaciones han permitido avistar en la zona algunas parejas de gaviota de Audouin con clara actitud reproductiva.

Asimismo, la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente ha instalado un sistema de videovigilancia 24 horas, los 365 días del año, para controlar el acceso a este espacio natural, con el fin de proteger las construcciones y las instalaciones de desembarco y atraque que favorecen las labores de gestión y conservación de los valores ambientales de esta ZEPA de 18,72 hectáreas que forman Isla Grosa y El Farallón.

Además, durante los periodos vacacionales cuenta con personal específico para las labores de vigilancia, control, información y seguimiento biológico.

El objetivo es evitar que la afluencia de embarcaciones afecte y altere este espacio natural y conservar sus valores naturales, que destacan por las poblaciones de aves marinas en peligro de extinción.