Las carreteras españolas soportarán en el puente del 15 de agosto unos 8,1 millones de desplazamientos, muchos de ellos en la Región, donde numerosos municipios celebran sus fiestas patronales. Con motivo del puente, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha un dispositivo para regular y dar seguridad estos viajes, que comenzará a las tres de la tarde de hoy y concluirá a las doce de la noche del martes. La DGT avisa de que habrá 20.000 controles de alcohol y drogas durante estos días.

El operativo dará cobertura a los viajes de largo recorrido desde el interior hacia zonas costeras y tendrá especial incidencia en la vigilancia de los trayectos cortos, propios de los desplazamientos a ciudades con celebraciones patronales. Respecto a la circulación, el mayor incremento de vehículos se prevé hoy y mañana por la mañana en las salidas de las grandes ciudades hacia las zonas turísticas del litoral y poblaciones con celebración de fiestas, y afectará principalmente a carreteras de Madrid, Barcelona, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía.

Para la intensificación de controles de alcohol y otras drogas durante el puente, la DGT hizo entrega a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil 40 nuevas furgonetas habilitadas para la realización de dichas pruebas en carretera. Estas furgonetas han sido enviadas a las provincias con mayores niveles de accidentes cuyas causas principales han sido el alcohol y otras drogas.

Para llevar a cabo este dispositivo, Tráfico cuenta con aproximadamente 6.600 personas entre agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y personal de la DGT, a las que se suman más de 13.000 empleados de empresas de conservación y personal de los servicios de emergencias. Todos ellos estarán trabajando para que los conductores puedan realizar un viaje seguro, subraya la Dirección General de Tráfico.

El director general de Tráfico, Gregorio Serrano, recuerda que el alcohol y la conducción es un binomio que lleva en numerosas ocasiones a la muerte o, en el mejor de los casos, a una vida dependiente. A la vez, hace un llamamiento a los ocupantes del vehículo para que realicen «la labor solidaria de velar para que el conductor esté en las condiciones idóneas» para manejar el coche y, en caso contrario, «no dejarle ponerse al volante».