La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha frustrado el intento de los agricultores del Tajo-Segura de conseguir 22 hm3 de agua de esta cuenca con la que poder afrontar mejor la sequía en lo que resta de campaña de verano y para comenzar la del otoño. La Junta de Gobierno decidió hace unos días que durante la actual campaña de riegos no habrá desembalses técnicos en los pantanos de Bellús y Tous, lo que ha cerrado la posibilidad de que se pueda derivar el caudal que todos los años acaba en el mar por el Azud de la Marquesa en cumplimiento de los planes antirriadas.

La decisión se produjo tan sólo unas horas después de que los responsables del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) se reunieran con sus homólogos de la Acequia Real del Júcar para tratar de cerrar un acuerdo que comenzó a gestarse en mayo.

«La ley de prevención de las riadas del otoño obliga a desembalsar agua para mantener un nivel de seguridad. Ese es el caudal que reclamamos», había explicado el vicepresidente del Scrats, José Antonio Andújar.

La mala situación del embalse de Alarcón, que almacena 200 hm³ menos que el verano pasado, es el argumento de la CHJ para vetar la posible venta de agua, ya que, al parecer, va a utilizar el caudal de los embalse de Bellús y Tous para satisfacer las necesidades de unos regantes que tienen asignados derechos de hasta 14.000 hm³ por hectárea al año, el doble de los regantes del Trasvase. En los pantanos hoy «cerrados», las reservas de agua son casi de 100 hm³ más que en julio de 2016.

Antonio Rico, director del Instituto Universitario de Geografía de la Universidad de Alicante, subraya que «lo que está pasando con el sector agrícola del sureste no es de recibo cuando, además, hablamos de un sector que es modélico en España porque de la necesidad hemos hecho la virtud y el 90% de nuestras explotaciones se riegan por goteo aprovechando al máximo un recurso que en ocasiones no llega a los 500 m³ por hectárea y año».

Rico recordó, sin embargo, que «en muchas zonas valencianas se riega todavía a manta y en los últimos 20 años nunca han tenido problemas de abastecimiento». Para el catedrático de Análisis Geográfico Regional y experto en agricultura, los agricultores del Trasvse «deberían contar con unos recursos de agua de entre 5.500 y 7.500 m³ por hectárea al año con unos precios de entre 0,15 y 0,20 euros/m³ para tener aseguradas las cosechas y el sustento de miles de familias. Ese es el reto por el que debieran trabajar nuestras autoridades». El máximo que tienen autorizado es de 5.200 m3/hectárea y año.

El descenso de las reservas de agua en la cuenca del Júcar ha terminado por bloquear una de las últimas opciones que les quedaban a los regantes del trasvase Tajo-Segura para obtener la cesión de unos 22 hm³ de caudal de la Acequia Real del Júcar, algo que llevan negociando desde hace dos meses y que ya es inviable después de que la Junta de Gobierno de la Confederación del Júcar decidiera en su última reunión renunciar a los denominados desembalses técnicos, un caudal que no está asignado a nadie.

Los agricultores del Tajo-Segura se reunieron la semana pasada con sus homólogos de la Acequia Real del Júcar para negociar un posible acuerdo. Al final, el acuerdo fue similar al que llevan años escuchando los regantes de la Junta Central del Trasvase Júcar-Vinalopó. Sin problemas, pero cuando se pueda. Diecisiete años llevan esperando agua de calidad en el Vinalopó.

Durante su visita pudieron comprobar en directo cómo llegaba un buen caudal de agua al Azud de la Marquesa, desde donde se iba al mar.

El avance de la sequía en la cuenca alta del Tajo ha puesto a los agricultores en una situación límite ante la falta de agua para afrontar en condiciones la temporada de verano y el resto de este año, en el que será difícil que pueda volver a derivarse una sola gota desde el Tajo, a no ser que se produzca una autorización extraordinaria del propio presidente Mariano Rajoy.

La CHS ya tiene en marcha el Sinclinal y la Vega Media

Los regantes necesitan un caudal mínimo de 150 hm³ hasta final de año y a día de hoy solo tienen garantizados los 21 hm³ de la desaladora de Torrevieja, 26 hm³ de los pozos de sequía del Sinclinal de Calasparra y los 8,7 hm3 de 15 pozos de sequía pertenecientes a la batería estratégica de sondeos de la Vega Media, puestos en marcha recientemente por la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Además, están negociando con el Ministerio de Agricultura la compra de 8 hm³ en concepto de cesión de derechos a los regantes de Estremera. El presidente del Scrats, Lucas Jiménez, viaja el lunes a Madrid para arrancar el visto bueno al Ministerio. Y mientras tanto, aún no han recibido respuesta a la segunda carta que remitieron al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, solicitándole una entrevista en la que le propondrán más trasvases para acabar con los problemas del Tajo.