El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, cree que aún es pronto para hablar de los efectos que tendrá la absorción de BMN en la plantilla o en la red de oficinas de esta entidad o incluso de la fusionada. Goirigolzarri precisó que antes de decidir nada tienen que alcanzar acuerdos con los sindicatos e insistió en que tienen «muchos meses por delante para hablar de personas y de oficinas». En cuanto a la posibilidad de que la valoración de BMN en 825 millones de euros abra la puerta a demandas de accionistas de esta entidad, que podrían considerarse perjudicados frente a la oferta de 1.300 millones que recibió la entidad el pasado marzo, Goirigolzarri no quiso darle importancia. En caso de que hubiera demandas de estos minoritarios, el presidente de Bankia consideró que «están en su derecho a expresar su opinión». Insistió en que es el Estado, accionista mayoritario de ambas entidades a través del FROB, el que tiene que decidir el momento de la privatización.