Los directivos de la cúpula de la CAM que dirigió la entidad hasta que fue intervenida por el Banco de España en julio de 2011 se sentaron ayer en el banquillo. Javier Boix, el abogado del exdirector general de la CAM Roberto López Abad -a quien ya consiguió librar de una condena en la misma sala de la Audiencia Nacional de la localidad madrileña de San Fernando de Henares en la que ayer comenzó el juicio de la denominada pieza principal de las abiertas por la gestión de la caja-, marcó ayer no sólo el compás al que después bailaron el resto de las defensas, sino el tema que prácticamente monopolizó esta primera jornada reservada para la cuestiones previas: las cuotas participativas.

Aunque lo que se va a juzgar en este proceso (en el que está acusada la última cúpula de la entidad) es el presunto falseo de las cuentas y la asignación de retribuciones presuntamente ilegales al equipo directivo, fueron las cuotas las que coparon las intervenciones de las partes, que mayoritariamente quieren apartar a los cuotapartícipes del proceso.

Los letrados de la defensa, primero la mitad y después en masa, secundaron la propuesta de Boix de que sean expulsadas de la causa las acusaciones que representan a quienes compraron los títulos antes de marzo de 2011. Fecha a partir de la que, según el fiscal Luis Rodríguez Sol, sí se puede hablar de perjudicados por haber adquirido estos títulos cuando las cuentas no reflejaban la imagen real de la entidad.

Frente a esta postura, en línea con la que mantiene el acusador público, se encuentran tanto el abogado murciano Diego de Ramón, quien ayer hacía doblete como acusación popular y particular, como los dos letrados de otros afectados. Tal es el caso del mallorquín Miguel Mercadell, quien en representación de Cristóbal Pons, un inversor que adquirió la friolera de 102.000 títulos por más de 600.000 euros (lo que le convierte en el mayor comprador de cuotas del país), mantuvo contra viento y marea que tan afectado por el maquillaje de las cuentas es el que invirtió en 2011 como el que lo hizo en 2008 en un producto cuyo valor en la actualidad es cero.

Fundación CAM versus Sabadell

También fueron las cuotas el punto de fricción entre los representantes de la Fundación CAM y del Banco Sabadell. El primero, con el corazón partido entre su faceta de defensor (en cuanto a las participativas) y el de acusador (contra la cúpula de la caja), optó por sentarse en la bancada de las defensas para desde ahí reivindicar que no hubo tacha en la emisión de estos títulos, que no se puede incluir a todos los supuestos perjudicados por su compra en esta pieza cuanto hay otra que se abrió ex profeso para investigar esa comercialización y para reclamar al banco catalán los datos de a cuántos cuotapartícipes ha acabado resarciendo y conocer así a lo que podría alcanzar su responsabilidad civil subsidiaria. Una información que la entidad que preside Josep Oliu no parece muy dispuesta a facilitar y sobre lo que el tribunal ya se habría pronunciado aunque sin que su decisión hubiera llegado ayer a las partes, según dijeron. En cuanto al responsable civil directo, la aseguradora Caser, dejó claro que si hay dolo, no hay póliza que valga.

Al margen de los planteamientos en torno a las cuotas, sobre los que la presidenta de la sala, Ángela Murillo, aseguró que hoy habrá una decisión, el resto de las cuestiones planteadas ayer apenas suscitaron problemas.

Por parte de los letrados de Modesto Crespo se aportó un certificado médico en el que se afirma que el expresidente de la CAM padece una cardiopatía que se puede agravar en momentos de tensión, lo que, sobre el papel, le puede eximir de estar presente en todas las sesiones del juicio. Una vista oral que se verá reducida en al menos un par de jornadas tras la renuncia del defensor del exdirector de Planificación y Control, Teófilo Sogorb, a 19 testigos, entre ellos al también exdirectivo de la CAM Bernardo Chuliá (sí se mantienen las de José Pina o Agustín Llorca, entre otros), aunque algunos de ellos no se libraran de declarar al haber sido solicitado su testimonio por otras partes. Hubo defensas que reclamaron más concreción en los hechos y en el grado de responsabilidad de cada uno y quien llegó a alegar prescipción.

Para hoy está previsto el inicio de la ronda de declaraciones de los acusados con la de Crespo.