La Región de Murcia no ha sido tierra de demasiado sentimiento identitario. El hecho de no contar con una lengua (sí existe el dialecto murciano, el panocho, prácticamente en desuso) ni haber sido una comunidad histórica con fueros propios, como Navarra o Cataluña, ha hecho que, durante el periodo democrático, no hayan tenido éxito electoral las iniciativas de carácter regionalista, que tampoco han proliferado en demasía en los últimos cuarenta años.

Pero algo está cambiando en los últimos tiempos. Las conciencias políticas se han despertado tras estos años de profunda crisis económica, que ha puesto patas arriba el sistema político vigente desde la muerte de Franco. La corrupción que ha afectado a los partidos tradicionales y, sobre todo, la sensación de agravio que puede sentir el ciudadano de la Región al ver cómo otras comunidades autónomas gozan de infraestructuras (ferrocarril, carreteras) que aquí no llegan(o lo hacen con mucho retraso), han sembrado el caldo de cultivo de un incipiente sentimiento regionalista, que amenaza con tener continuidad electoral y quitar miles de votos a las grandes formaciones de corte estatal.

Esta pasada semana, el expresidente Alberto Garre, que abandonó el Partido Popular tras el último congreso regional por discrepancias por la actitud del partido ante los casos de corrupción que le afectan, ha dado el paso que muchos esperaban. Garre ha constituido la Plataforma Cívica de la Región de Murcia, un movimiento que en principio no se ha constituido como partido político. Sí podría hacerlo en los próximos meses, en función de la aceptación que tenga la iniciativa entre la sociedad murciana. Junto al expresidente figuran 31 personalidades de distintos ámbitos de la sociedad murciana, entre los que están exdirigentes políticos como José Gabriel Ruiz, que fue consejero de Presidencia con Garre; José Antonio Ruiz Vivo, también consejero con Valcárcel, aunque éste insiste en que no tiene pensamiento de regresar a la primera línea política; y María José Alarcón, que fue candidata del PSOE a la alcaldía de Murcia. Nace esta plataforma con el objetivo de ser «un instrumento vertebrador de todos aquellos murcianos que entiendan que ha llegado el momento de reclamar un trato más justo y equitativo para la Región dentro del proyecto global de España» y abre sus puertas a toda la sociedad, con independencia de su ideología política, pues se define como «transversal».

Pero la de Garre no es la única iniciativa regionalista que ha surgido en los últimos dos años, aunque probablemente sea la que mayor éxito pueda tener por la popularidad de su líder. Existen también en la Región nuevos partidos de corte murcianista, como Juntos por la Región, vinculada al empresario José Pujante; Vía Murciana y Alternativa Regional Murciana. Todos coinciden en la necesidad de regenerar la política y en el maltrato del Estado a la Región en inversiones.

Además, la nueva Ley Electoral, como ya apuntaba el politólogo Javier Sierra en una entrevista en LA OPINIÓN, pone las cosas fáciles a estos nuevos grupos a la hora de conseguir escaños en la Asamblea Regional. Murcia, definitivamente, se está regionalizando.