Los municipios ribereños del Segura y el Campo de Cartagena siguen siendo los más prósperos de la Región y los que están saliendo de la crisis con mayores posibilidades de generar actividad económica. Murcia, Lorquí, Molina de Segura, Alhama de Murcia y Torre Pacheco encabezan la lista de las poblaciones más dinámicas, de la que ha salido San Javier, según el estudio que el Consejo Económico y Social (CES) ha presentado en la Federación de Municipios de la Región por su contenido local.
El informe se titula 'Estimación del Valor Añadido Bruto por habitante de los municipios de la Región de Murcia durante el periodo 2008-2013. Algunas claves sobre las desigualdades intermunicipales de renta' y está dirigido por José Daniel Buendía, profesor de la Facultad de Empresa de la Universidad de Murcia. Buendía explicó que en esta ocasión no se ha utilizado como parámetro el nivel de renta de los habitantes de cada municipio, sino el Valor Añadido Bruto por habitante, que determina la capacidad para generar actividad económica y riqueza. Por ello, los principales indicadores aplicados son el empleo y el número de empresas existentes en cada población, lo que ofrece un retrato distinto al que determinan los ingresos, en el que destaca sobre todo el dinamismo económico.
La Huerta de Murcia y la Vega del Segura acaparan los puestos de cabeza. En el 'top 5' se cuela Lorquí, el municipio más pequeño del grupo de cabeza, debido al elevado número de empresas que se concentran en su polígono industrial y al empleo que generan, según explicó José Daniel Buendía.
Los cinco con mayor capacidad económica por habitante en 2013 eran Murcia (19.062 euros), Lorquí (18.696), Molina de Segura (17.698), Alhama de Murcia (17.027) y Torre-Pacheco (16.515).
En los puestos de cola aparecen Albudeite (10.705 euros), Ricote (10.805), Ojós (11.355), Ulea (11.385 ) y La Unión (12.334 ). En 2008, antes de que llegaran a apreciarse los estragos de la crisis, aparecían en los últimos puestos Ojós, Ricote, Albudeite, Ulea y Aledo. Albudeite ha pasado a liderar el grupo de los municipios más deprimidos desde la antepenúltima posición que ocupaba en 2008, mientras que se ha incorporado La Unión.
Cartagena, que ocupaba el puesto duodécimo en 2008, sube al décimo, mientras que Lorca escala desde décimo tercero al sexto.
Por otra parte, los municipios de la comarca del Mar Menor, que tradicionalmente aparecen como los más ricos, pierden posiciones. El director del estudio recuerda que en esta zona se concentra un elevado porcentaje de población residente que vive de sus pensiones y que, por tanto, no contribuyen a la generación de riqueza, que en esta comarca está más ligada al turismo y a la agricultura. Por esta razón, San Javier, que ocupaba el quinto puesto en 2008, baja hasta el séptimo, mientras que Alhama entra en el núcleo de cabeza.
A su vez, San Pedro del Pinatar baja del puesto décimo octavo al vigésimo tercero. No obstante, teniendo en cuenta el periodo de estudio, este retroceso no puede atribuirse a los problemas del Mar Menor, que son posteriores.
Torre Pacheco pasa del tercero al quinto puesto, aunque sigue entre los cinco primeros.
El hecho de que sean los mismos municipios del Valle de Ricote y del Río Mula los que aparezcan en el vagón de cola al principio y al final de la crisis lleva a José Daniel Buendía a señalar que «la foto se puede cambiar». A su juicio, la Comunidad puede contribuir a dinamizar las zonas más deprimidas de la Región mediante incentivos especiales que favorezcan la instalación de empresas. El autor del estudio propone igualmente la creación de «un observatorio municipal», que ayude a canalizar las iniciativas de los consistorios y de la Administración regional. «Los ayuntamientos tienen mucha información que no utilizan», dijo.
El informe revela que la distancia en términos de VAB per cápita en el año 2008 entre el municipio de mayor renta (Murcia) y el de menor (Ojós) era de 1,94 veces, mientras que en 2013 la diferencia entre el municipio de Murcia y el de Albudeite es de 1,78 veces, lo que indica «un débil avance de la convergencia».
