Fue por culpa del viento. Lo explicaba ayer el alcalde de Alhama de Murcia, Diego Conesa, en la puerta de Urgencias del Virgen de la Vega, en la capital murciana, donde permanecían 17 de los 23 jornaleros (mujeres, en su mayoría) que, horas antes, se habían intoxicado mientras trabajaban al aire libre, en el campo. Recogían uvas en una finca emplazada a la entrada del pueblo, con la mala fortuna de que, en la parcela de al lado, un agricultor comenzó a fumigar. No habría existido mayor problema, de no ser por «el aire», relató el regidor. Porque fue una racha de aire la responsable de que el tóxico (se llama Iprodione) llegase a las pituitarias de los jornaleros. Comenzaron enseguida a sentirse mal. Problemas para respirar, incluso vómitos. Y se desplegó el dispositivo, tanto para velar por su salud como para asegurar que el tóxico, en el aire, no hacía mal a ninguna persona más.

El Centro de Coordinación de Emergencias recibía, pasados veinte minutos del mediodía, una llamada de la mutua situada en la calle Escultor Sánchez Lozano de Murcia en la que se solicitaba que mandasen ambulancias. Era preciso atender y llevar al hospital a los trabajadores afectados. A la mutua, junto a La Seda, se desplazaron dos unidades móviles de emergencias, una ambulancia son soporte vital básico de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias, y tres ambulancias concertadas. Un despliegue que alertó a vecinos y viandantes.

De ahí, a 17 los llevaron a La Vega y a una mujer, la más grave de todos, al Morales Meseguer. Fuentes sanitarias explicaron que esta persona llegó a estar en parada cardiorespiratoria, aunque fue felizmente reanimada. Horas después, la Consejería de Salud indicaba que la mujer estaba estable, consciente y orientada.

Otros ni pisaron el hospital. Una mujer que salió por su propio pie de la mutua declinó hablar con los medios, pero aseguró que se encontraba bien.

Mientras, los sanitarios que habían tenido contacto con los jornales tuvieron que someterse a un protocolo de desinfección, confirmó uno de estos sanitarios.

En cuanto a los trasladados a La Vega, a todos les tocó dormir ahí. Las primeras 24 horas tocaba estar en observación, determinaron los médicos. Es por prevención.

Está previsto que a lo largo del día de hoy, a partir de las 12.00 horas, La Vega facilite un parte médico en el que se actualice el estado de los afectados.

Una patrulla de la Policía Nacional se desplazó a la clínica murciana y habló con sus responsables, para tratar de esclarecer qué había pasado en la finca.

El Instituto de Seguridad y Salud Laboral ya tiene conocimiento del caso.

Por su parte, fuentes de la Consejería de Agricultura manifestaron, preguntadas por este asunto, que ellos no actúan en la fase asistencial de casos como el que se ha producido, y que sólo intervienen para asesorar y dar información sobre el tipo de fitosanitarios utilizados en el caso de que lo reclamen desde Trabajo.

Desde la empresa en la que trabajaban los jornaleros, Agrifusa, apuntaron que «la compañía ha seguido el protocolo de actuación de seguridad». En este sentido, «se ha evacuado a todos los trabajadores de la zona y han sido derivados a la mutua», remarcaron.

«Una vez evaluada la situación por el personal sanitario, parte de los trabajadores han sido trasladados a centros hospitalarios de Murcia», señalaron en la firma.

«La gerencia de la empresa transmite su máxima preocupación por la situación de los trabajadores, los ha visitado en el hospital y se ha puesto a su disposición ante cualquier necesidad que pudiera surgirles», hicieron hincapié en la compañía.

Su gerente, José Miguel Cánovas, indicó que el suceso se produjo «en una de las explotaciones de uva de mesa» con las que cuenta la firma. En aquel momento, comentó, se encontraba «trabajando un grupo de unas 30 personas». Entonces «un vecino estaba haciendo un tratamiento fitosanitario, y el aire, por poco que fuese, derivó este tratamiento hacia donde estaba el grupo trabajando», manifestó. Muchos de los jornaleros comenzaron a toser y a encontrarse mal. El protocolo, «coger a todo el personal, sacarlo de la zona y derivarlo a la mutua, para determinar si lo que pasaba era de gravedad», dijo Cánovas.

«Hemos actuado rápidamente para que no fuese a mayores el tema y después hemos ido a verlos a los dos hospitales. Es todo leve y está todo controlado», dejó claro el gerente de Agrifusa.

Urgencia. La mujer más grave llegó a estar en parada

La afectada más grave llegó a entrar en parada, apuntaron fuentes sanitarias, que detallaron que, no obstante, se la logró reanimar. Con una insuficiencia respiratoria, se la trasladó al Morales Meseguer. Desde Salud aseguran que su vida no corre peligro.

En cuanto a los afectados que fueron a La Vega, los médicos explicaron que llegaron con problemas en las vías respiratorias. Algunos presentaban afección cutánea. Tenían irritada la piel, y también los ojos. A los más graves, les había afectado al corazón: presentaban bradicardia (un ritmo cardiaco lento), dijeron los facultativos.

No obstante, dejaron claro que «pasada la fase aguada y controlados», no se prevé que sufran «ninguna complicación».