Los profesionales de Anestesiología Pediátrica del Hospital Virgen de la Arrixaca han desarrollado un protocolo de anestesia específico para los niños con autismo, ya que en muchas ocasiones cuando llegan estos pacientes los profesionales tienen problemas para atenderlos. «Nos hemos enfrentado a situaciones complejas que sobrepasan a los pequeños, como ansiedades graves que les ha obligado a marcharse al no soportar los ruidos fuertes y estridentes de las salas de espera, o agitaciones graves en quirófano que nos ha llevado hasta a tener que suspender operaciones», asegura la doctora María Dolores Cárceles, jefa de sección en La Arrixaca.

Por ello han creado un protocolo de anestesia para los niños con trastorno del espectro autista que acuden a consultas del hospital, un protocolo en el que colaboran padres, profesores y sanitarios, ya que se busca que los pequeños conozcan desde casa el proceso que van a seguir en el hospital para que no les resulte extraño. Así, mediante unas historias con pictogramas se muestra a los pequeños pacientes lo que van a encontrar y así llegan tranquilos al centro sanitario sabiendo lo que va a ocurrir y que estará en todo momento con sus padres, quienes le acompañarán hasta que se marchen a casa.

En este caso se han diseñado dos historias diferentes: una en la que se muestra el proceso a seguir cuando visitan la consulta de preanestesia y otra para cuando van a pasar por quirófano. «En preanestesia se hace un registro de los niños con autismo y los padres deben contestar a un formulario con cuestiones concretas sobre su hijo, ya que no hay dos niños con TEA iguales y esto nos lleva a tener que personalizar la anestesia en cada caso. Intentamos hacer una anestesia a la carta», explica la jefa de Anestesiología Pediátrica. Además, en el quirófano intentan hacer una inducción rápida para que el menor se duerma pronto, cuando acaba la intervención lo sacan sedado y permanece junto a sus padres hasta que despierta, «así lo primero que ven es una cara conocida, lo que hace que se tranquilicen, y si es posible a las pocas horas se pueden marchar a casa», indica la doctora Cárceles.