Concebir la socialdemocracia como una ideología política en crisis en España o entender que lo que quieren los militantes para el PSOE no es lo mismo que lo que desean sus votantes era el miedo de muchos socialistas que este domingo se acercaron a las urnas de sus centros de votación para elegir al nuevo secretario general que comandará al Partido Socialista de hoy en adelante. Tras el recuento inicial, los murcianos eligieron de forma clara a quien será el nuevo secretario general, Pedro Sánchez, con el 49,18% de los votos, dando un vuelco al resultado de los avales, en los que ganaba Susana Díaz, que ha conseguido el 40,25% (cerca de 460 votos de diferencia con Sánchez), frente al 8,89% de los votos de Patxi López. Algo más de 6.000 militantes en la Región estuvieron convocados para las elecciones primarias del PSOE, de los que votaron un 84,1%, enfrentándose a tres papeletas, tres candidatos que difieren entre sí en el modelo de partido que desean, algo que han tenido muy en cuenta los electores en Murcia, junto a qué políticas de alianzas prefieren o qué perfil ideológico va a cumplir cada candidato.

Muchos hacían un análisis de la política europea para reforzar los argumentos de su voto. «Los socialdemócratas europeos van de capa caída, el partido en otros países vecinos no consigue remontar, no ilusiona, y el liberalismo está ganando mucho terreno», advertía un militante socialista que se había decantado por la candidatura «rupturista» de Pedro Sánchez. Por otra parte, un militante maliense, afincado en España, explicaba que «lo que está intentando hacer Sánchez con el partido podría tener más futuro que lo que quiere Susana. Creo que el PSOE, en la manera tradicional que lo conocemos, no valdría en ningún país europeo, serían políticas continuistas, hay que abrirse al centro más conservador y a la izquierda, pero no a los extremos de ambos».

Oposición interna

El secretario general del PSOE-RM, Rafael González Tovar, pidió este domingo, antes de conocerse el ganador, un ejercicio de unificación dentro del partido, una fusión de ideas y «ponerse detrás de quien haya ganado». El debate entre los militantes estaba en la oposición interna tras estas primarias. «Dividido lo estará, no va a haber una unidad, aunque digan que el lunes se llamarán unos a otros», explicaba un socialista, mientras que otra militante ´sanchista´ señalaba que «la bronca de campaña se quedará en eso. Queremos unidad, espero que la madurez de todos los candidatos consiga realzar a este partido». Su marido, quien en un principio iba a votar a Patxi López, se decantó, como tantos otros, por el voto útil, y acabó apoyando a Pedro Sánchez.