La población murciana con estudios universitarios ha registrado, tras el primer trimestre del año, una tasa de paro del 10,72 por ciento, poco más de la mitad que la población desempleada con estudios inferiores, que supone un 21,63 por ciento. Esta tasa mide la proporción de desempleados con respecto al total de activos dentro de dichos colectivos. Esta población no solo registra mayores tasas de actividad y menores tasas de paro sino que también se beneficia de mayor estabilidad en la hora de firmar un contrato laboral. El porcentaje de contratos indefinidos firmados en los tres primeros meses del año entre los trajadores con estudios superiores dobla a aquellos que no han accedido a la formación universitaria. Casi un 16 por ciento de la población activa que ha pasado por la universidad obtiene un contrato indefindio frente al 6,70 por ciento con estudios no universitarios. Estos datos han sido recogidos por las oficinas del Servicio de Empleo y Formación (SEF).

Igualmente, y atendiendo a las diez ocupaciones más contratadas entre la población universitaria murciana en el primer trimestre de 2017, se comprueba cómo un 60 por ciento de estas ocupaciones son equivalentes al nivel de formación de estas personas, mientras que la cifra desciende significativamente para los que cuentan con estudios inferiores. Dichas ocupaciones son, en el caso de los hombres, las de profesores de enseñanza secundaria; profesores de universidades y otra enseñanza superior; médicos de familia; enfermeros especializados; otros médicos especialistas, y por último, profesores y profesionales de la enseñanza no clasificados bajo otros epígrafes. De cara a este asunto, el consejero de Empleo, Universidades y Empresa, Juan Hernández, ha declarado que «tiene una creciente importancia la formación complementaria en tecnologías de la información y la comunicación e idiomas para completar el currículum universitario, de cara a incrementar las posibilidades de conseguir un empleo».

En esta línea ha subrayado, además, que «las personas con este nivel de estudios consiguen abrirse paso con mucha más facilidades en el mundo laboral».

Un tercio de los trabajadores en la Región tiene formación univeritaria, según los datos del primer trimestre de 2017 de la Encuesta de Población Activa (EPA), mientras que la población ocupada con estudios en secundaria llegó al 44 por ciento. Sólo el 12,2 por ciento tiene estudios de eduación primaria o son analfabetos.