El ISEN, Centro Universitario, de Cartagena ha acogido del jueves hasta hoy un encuentro de docentes para explicar el objetivo del proyecto Digital Schools of Europe (Escuelas Digitales de Europa) y los resultados del programa que ya tienen en marcha en Irlanda con el uso de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en los centros escolares. El Centro de Profesores y Recursos Región de Murcia participa, junto con los colegios CEIP Hernández Ardieta de Roldán (Torre Pacheco) y CSA San Agustín (Fuente Álamo), en este proyecto europeo. Gerard McHugh, director del centro de formación del profesorado Dublin West Education Centre, ha explicado su experiencia.

¿Qué importancia tiene para la Unión Europea lograr una homogeneidad en el uso de los medios digitales en la enseñanza?

En el seno de la Unión Europea hay preocupación por la falta de unidad al respecto y es un hecho completamente asumido que debe existir un estándar común en el uso de los medios digitales en la educación. Entre otras cosas para comprobar que se está progresando. Existe un amplio espectro de posibilidades en cada uno de los Estados miembros, con marcadas diferencias, ya que mientras unos se encuentran en lo más alto, otros tienen serias dificultades para integrar los medios digitales en las aulas.

¿No será un impedimento los recursos económicos que cada país pueda dedicar al proyecto?

Siempre habrá diferencias entre países, sobre todo en términos de infraestructuras. En concreto me refiero al número de dispositivos en las escuelas y a la conectividad. Pero no es necesario aumentar el presupuesto para digitalización. Tener buenas infraestructuras no es suficiente; solo es el primer paso. El dinero debe invertirse también en otras áreas. El segundo es el profesorado. Resulta imprescindible mejorar sus habilidades, ahondar en su formación y conseguir su compromiso. Y, por último, está la capacidad de los equipos directivos para organizar, orquestar y dirigir la integración de los medios digitales de forma que redunde en beneficio de los alumnos.

¿Qué ofrece el proyecto Escuelas Digitales de Europa?

Este proyecto, Digital Schools of Europe, basado en el modelo irlandés, ofrece ayuda, apoyos e incentivos, además de un marco común a los equipos directivos para coordinar el uso de las infraestructuras con los profesores. Además, cuenta con el apoyo oficial del departamento de Educación irlandés, y ya ha sido copiado en Irlanda del Norte y en Escocia. Como experiencia piloto está en Finlandia, Suecia, Italia y Portugal. En vuestra Región existe un programa educativo de centros digitales.

¿Qué beneficios han constatado ustedes con el uso de las TIC?

Este asunto lleva debatiéndose desde hace más de 20 años en todo el mundo. Un reciente estudio escocés es rotundo. Cuando se usa adecuadamente, la tecnología mejora el rendimiento escolar. Sin embargo, no siempre es fácil medir los beneficios.

¿Pueden ayudar a combatir el fracaso escolar?

Los niños que están motivados en las escuelas y son protagonistas de su proceso de aprendizaje, cuando usan los dispositivos tecnológicos que, para ellos son algo habitual, aprenden más, vienen a la escuela más a menudo y se quedan durante más tiempo. Y es que quizás la escuela no se esté adaptando al funcionamiento de la sociedad moderna. Si no ponemos remedio, se puede convertir en un lugar donde los alumnos en riesgo de exclusión social, desmotivados y con ganas de abandonar los estudios, terminen por hacerlo.

¿A quién hay que convencer más, al docente o al político?

Los políticos, sin duda, es la parte donde hay que invertir más energías. En Irlanda , les planteamos una propuesta conjunta entre educadores y empresas (en el proyecto participan Microsoft, IBM y Hewlett Packard). Aquello les pareció impresionante. Usamos el lenguaje que le gusta oír al gobierno. Les brindamos la oportunidad de participar en las ceremonias en las que se conceden los distintivos de Escuelas Digitales. De esta forma, se vinculan con ellas. Es muy fácil convencer a alguien cuando la iniciativa no cuesta dinero.