«Si dependiera en exclusiva del ecosistema del Mar Menor, me jugaría la mano a que este verano no habría ´sopa verde´ en la laguna, estaría limpia; pero si tenemos en cuenta la parte que depende de los humanos, entonces el riesgo y la probabilidad de que se repita está más del lado de los catastrofistas». Se puede decir más alto, pero no más claro.

El catedrático de Ecología de la Universidad de Murcia y portavoz del Comité Científico del Mar Menor, Ángel Pérez Ruzafa, ha explicado, a preguntas de esta Redacción, que la tendencia demostrada de la laguna es a mejorar «claramente», pese a que los niveles de nitratos siguen altos. «Cualquier entrada de vertidos con fósforo, por ejemplo, nos llevaría de nuevo hacia donde no queremos llegar, por eso es vital no bajar la guardia», comenta.

La adecuación definitiva de las plantas depuradoras de la zona para que no viertan sin depurar; el «real» vertido 0 de aguas de riego; la gestión integral del agua que permita inventariar todo lo que entra en el Mar Menor (por dónde, cantidades y características); y evitar roturas de las conducciones de aguas residuales y en las depuradoras, son factores que dependen del ´hacer´ humano y que pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro.

«El vertido 0 es un claro objetivo, pero el decreto en sí no lo va a lograr; hace falta mucha implicación de todos», insiste. De hecho, advierte de que vertidos sin depurar de las plantas de aguas residuales de las poblaciones ribereñas «pueden ser la puntilla de cara al verano».

Y lo mismo puede ocurrir con los resultados del primer filtro verde que, junto a la rambla del Albujón, acaba de sacar a licitación la Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente. «La demanda agrícola sigue ahí y este humedal artificial no servirá de nada si no se regula la agricultura del Arco Sur», apunta.

En opinión del ecólogo, no se puede cargar sobre este humedal artificial el peso de la recuperación de la laguna. «Es mejor que nada, pero desde luego no es la solución definitiva», indica y añade que, entre otras cosas, el filtro verde debe funcionar «en armonía» con otras zonas limítrofes, como El Carmolí.

En definitiva, que estamos en condiciones «de librarnos» de la degradación del pasado verano, pero «¿estaremos a la altura de lograrlo?».

Ofertas en 13 días

La Consejería publicó el miércoles en el BORM el pliego de condiciones para contratar «las obras y servicio» del humedal artificial, el primero de la Región, cuyo presupuesto asciende a más de 4 millones de euros. Este importe está cofinanciado con un porcentaje del 80% con cargo al Fondo FEDER de la Unión Europea y un 20% con cargo a la Comunidad Autónoma. La empresa adjudicataria tendrá 20 meses para su ejecución y entrega; el plazo para presentar las ofertas es de 13 días.

El filtro verde en el entorno de la Rambla del Albujón permitirá tratar un caudal de unos 200 litros por segundo de las aguas de escorrentías y drenajes, que se destinarán a reutilización en uso agrícola, en virtud de las concesiones otorgadas por el organismo de cuenca.

El proyecto contempla en la zona nuevos caminos de servicio para dar acceso a las líneas de alta tensión existentes, con objeto de poder realizar su mantenimiento y canales para derivar el agua posteriormente a una arqueta para su reutilización.

El sistema consiste en un tratamiento previo formado por balsas de sedimentación, seguido de un conjunto de humedales construidos. El agua es captada cerca de la desembocadura de la rambla y conducida hacia una primera etapa de pretratamiento formado por dos balsas de sedimentación en paralelo, que permitirán reducir la cantidad de partículas contenidas en el agua y así evitar la colmatación prematura de los humedales.

El agua proveniente de las balsas será conducida a un pozo desde el que será distribuida hacia las distintas zonas de entrada de los humedales. Los efluentes serán dirigidos hacia una arqueta de bombeo que transportará el agua tratada a un depósito, para ser llevada a la estación depuradora de San Javier y la desalobradora de El Mojón. Todos los humedales tendrán pendiente para facilitar el flujo por gravedad y evitar así el uso de bombas.

El humedal estará a pleno rendimiento a finales de 2017, según fuentes de la Consejería.