Pedro Antonio Sánchez dejó ayer la Presidencia de la Comunidad Autónoma, acosado por las causas judiciales que tiene pendientes en el TSJ (casos Auditorio y Púnica, esta última todavía por admitir) y amenazado por una moción de censura que podía darle el Gobierno de la Región al PSOE tras 22 años de ininterrumpido mandato popular.

El ya expresidente acordó su renuncia en la noche del lunes con la dirección nacional de su partido, que pese a su apoyo inicial ha terminado sucumbiendo a la presión mediática nacional, sobre todo tras la exposición razonada del juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Púnica, Eloy Velasco, pidiendo al TSJ que se investigue a Sánchez por cohecho, fraude y revelación de información reservada. No obstante, Sánchez pretende continuar como diputado regional y como presidente del Partido Popular en la Región, con lo que se deja la puerta abierta, si lo permite Ciudadanos, a regresar a la Presidencia en caso de que los dos procedimientos judiciales que tiene abiertos acaben archivándose.

PAS registró su carta de renuncia en la Asamblea tras presidir la última reunión del Consejo de Gobierno y convocó una rueda de prensa en el claustro del Palacio de San Esteban, donde ha protagonizado sus comparecencias más solemnes en este periodo como presidente. Acompañado por sus consejeros, a los que agradeció el trabajo realizado en estos dos años, Pedro Antonio Sánchez aseguró que se marcha ante «la certeza» de que PSOE, Podemos y Ciudadanos habían cerrado un acuerdo para aprobar la moción de censura contra él para que Rafael González Tovar, líder socialista, gobernara los dos años que quedan de legislatura.

«Quien podía hacerlo, me confirmó que en 48 horas la Región iba a estar gobernada por un tripartito, por un Gobierno imposible que sería desastroso para la Región», indicó PAS. «Espero que esto sirva para evitar el tripartito, que tendría consecuencias nefastas para los murcianos. Me quita el sueño que lo conseguido no se podía poner en riesgo por el tripartito», afirmó. También considera Sánchez que, con su renuncia, «la Justicia podrá trabajar sin presiones» en las dos causas que tiene encima, que confió en que «se van a ir aclarando».

Cree que lo que le ha pasado a él es «una injusticia», por lo que pidió que «en este país se respete más la presunción de inocencia». «Hay injusticias que persiguen toda la vida a quien las comete», declaró el expresidente, quien reconoció que «la calumnia» que según él se ha vertido estos días sobre su persona «ha perjudicado la imagen de la Región, mi único compromiso y mi única obsesión».

Ya en la sede de su partido, durante la reunión de la Junta Directiva, Pedro Antonio Sánchez pidió comprensión para su decisión «porque si metemos a la Región en el callejón sin salida del tripartito, hubiéramos sido cómplices». «Doy un paso al lado para que la Región de Murcia no dé un paso atrás», afirmó, señalando también que «la receta para que las cosas funcionen bien no se llama Pedro Antonio, sino Partido Popular». «Me voy como servicio a la Región y a España», concluyó.

En esa junta directiva se nombró candidato a la presidencia de la Región a Fernando López Miras, hombre de la total confianza de Pedro Antonio Sánchez, y que ha dejado muy claro que su intención es que el Gobierno será el Gobierno de Sánchez.

Pedro Antonio Sánchez besa a su esposa, Nuria Navajas, en presencia de los consejeros del Gobierno. FOTO: Marcial Guillén (EFE)

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