Ciudadanos no tiene intención de dar su brazo a torcer a la hora de exigir la dimisión del presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, en cumplimiento del acuerdo de investidura que ambas formaciones firmaron en junio de 2015. El portavoz parlamentario de C's, Juan Carlos Girauta, se mostró ayer especialmente tajante: «Imputado, no seguirá de presidente; denlo por seguro. Lo que decimos y repetimos, y no saldremos de ahí, es que el presidente de Murcia se tiene que marchar. Ciudadanos insistirá e insistirá, y este señor dimitirá», señaló ayer, a preguntas de los periodistas, en el Congreso de los Diputados.

También el líder nacional de Ciudadanos,Albert Rivera, se pronunció sobre la situación judicial del presidente regional. Y, por primera vez, habló de la posibilidad de presentar una moción de censura contra Pedro Antonio Sánchez si se mantiene en el cargo. «El acuerdo de investidura habrá que hacérselo cumplir y, si no, buscar alternativas», indicó Rivera, que aclaró también que quiere esperar a ver lo que ocurre en una reunión del PP y Ciudadanos prevista para la semana que viene antes de anunciar las medidas que llevarían a cabo.

El portavoz de la formación naranja en la Asamblea Regional, Miguel Sánchez, admitió que la renuncia del jefe del Ejecutivo autonómico no se va a producir «de un día para otro», pero que él intentará convencerlo en la reunión que ambos mantendrán la próxima semana.

La situación judicial del presidente de la Comunidad llegó ayer al Congreso de los Diputados, durante la sesión de control al Gobierno. PSOE y Podemos El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, echó en cara a Mariano Rajoy los últimos casos de corrupción en los que se han visto implicados cargos del PP, como los que afectan al presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez.

En su respuesta, el presidente del Gobierno le recriminó que no aporte ni una idea para intentar que «este problema» deje de serlo. Y ante los casos enumerados, exclamó: «Menos mal que no es Robespierre».

Rajoy afirmó que ante cualquier «problema político» hay que hacer «una justa apreciación de sus dimensiones», por lo que reclamó «no minimizar ni magnificar» este problema porque hay miles de personas que se dedican a la política que hacen «muy bien» su trabajo, están «por vocación", son «honestos» y «no merecen vivir bajo sospecha». Rajoy recriminó a Iglesias que quiera ser «parte, juez, fiscal» y venga al Parlamento con la sentencia «dictada». «Para eso, no sé para qué me pregunta. En cualquier caso, menos mal que usted no es Robespierre y esto no es la Convención, porque si no tendríamos sin duda alguna un problema», enfatizó.