El trozo de acera del Palacio de Justicia de Murcia, en el paseo de Garay, nunca estuvo tan transitado. La declaración judicial del presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, congregó en la zona, junto al río Segura, a decenas de periodistas de todos los medios de comunicación, regionales y estatales, pues la situación política murciana se ha convertido en una cuestión de Estado.

Dicen que sabe más el diablo por viejo que por diablo, y PAS, pese a su juventud, ya es un veterano en esto de la política y de la Justicia. Para evitar la avalancha de fotógrafos y cámaras a la entrada, acudió al Palacio con una hora de antelación, pillando a muchos gráficos en fuera de juego, pues lo habitual es que los que tienen que declarar lleguen, como muy temprano, media hora antes. Sin embargo, algunos curiosos madrugaron más que él para verlo. «Madre mía, pero si a este hombre lo ví hace unos días en mi pueblo», comentaba una mujer de Torre Pacheco. «¿Y qué ha hecho ahora el presidente?», preguntaban unas escolares que deben vivir al margen de los telediarios y programas de actualidad política.

Los programas de televisión estatales realizaron directos desde Murcia, y algunas periodistas de cadenas nacionales buscaban el testimonio de algún informador regional para que le ilustrara un poco sobre quién era el tal Pedro Antonio Sánchez y qué había hecho en su vida. También se sorprendieron los que vienen de Madrid con el calor que hacía en Murcia en marzo, pues el de ayer fue un auténtico lunes al sol.

Cuando el presidente estaba ya dentro llegaron los miembros (no muchos) de la Plataforma Anti Corrupción, liderados por Francisco Morote, que exhibieron carteles pidiendo «decencia» y desplegaron una pancarta en la que dejaron claro que no quieren a los «chorizos». «Pedro Antonio, dimisión», gritaban los manifestantes.

Entre estos había algunos miembros de la Plataforma Pro Soterramiento de Murcia, entre ellos su principal cabeza visible, Joaquín Contreras, que tampoco estuvo mucho tiempo por la zona.

Una anécdota se produjo cuando alguno de los reporteros confundió a PAS con el que fuera presidente de la Audiencia, Andrés Pacheco, y salieron en tromba a echarle fotos cuando salía del Palacio de Justicia pensando que era el jefe del Ejecutivo regional.

La locura se produjo a la salida del presidente, sobre las dos de la tarde. Los cámaras de televisión, los fotógrafos y los 'plumillas' televisivos con los micros se echaron en tromba hacia él, a captar su imagen tras la declaración, pese a que el Gobierno había citado a los medios en un hotel próximo a la sede del Tribunal Superior de Justicia para cuando acabara su declaración judicial. La avalancha fue tal que algunos acabaron en el suelo, con sus aparatos de trabajo incluidos. También se escuchó el sonido de algunos teléfonos móviles al caer. No ayudaron algunos responsables de seguridad, que se afanaron tanto en su trabajo que empujaron a algunos profesionales de la prensa.

Al hotel donde comparecía el presidente de la Comunidad intentaron colarse algunos manifestantes que habían estado en la puerta de los juzgados. Lo persiguieron reprochándole las malas infraestructuras ferroviarias dela Región. «¿Dónde está el AVE de 2009? Chorizos, chorizos». Agentes de Policía pidieron identificaciones a algunos informadores para evitar que pudiera entrar alguien que no tuviera como único objetivo informar. Y al final, como pasa con todo, pagaron justos por pecadores.