El Eje Mediterráneo se enfrenta a una nueva amenaza, tras los escollos que han venido retrasando su ejecución en los últimos años. Los presidentes de Ferrmed, Joan Amorós, y de la patronal murciana Croem, José María Albarracín, que ayer se entrevistaron con el jefe del Gobierno regional, Pedro Antonio Sánchez, advirtieron de que los fondos destinados a la plataforma ferroviaria de Algeciras a la frontera francesa están costeando inversiones en tramos del Corredor que pasa por Madrid. Amorós se referió en concreto al túnel que enlazará las estaciones madrileñas de Atocha y Chamartín y a la futura conexión del aeropuerto de Barajas. Aludió también al tramo de Granada-Antequera y anunció un contrainforme para frenar el desvío de inversiones que deberían ejecutarse en la costa a los tramos interiores de otros corredores.

El presidente de Ferrmed anunció que ha terminado un documento que enviará a la Comisión Europea y a los gobiernos de Francia, España e Italia al tener conocimiento de un documento de la Comisión que da más prioridad a las inversiones en el ramal ferroviario central que a las del Mediterráneo.

Joan Amorós aconseja a los gobiernos autonómicos de las cuatro comunidades autónomas por la que discurre el Eje Mediterráneo que se unan para salvar el trazado original del Corredor Mediterráneo, paralelo a la costa, tras las modificaciones introducidas por la Comisión Europea.

Según explicó en una rueda de prensa, en la que compareció junto al consejero de Fomento murciano, Pedro Rivera, y el presidente de la Croem, Bruselas presentó en febrero un nuevo documento sobre el mapa de los distintos corredores españoles contemplados en las redes europeas, que se altera el trazado natural del Corredor Mediterráneo.

Amorós aseguró que no tiene nada en contra de que se hagan inversiones en los corredores interiores, pero dejó claro que las inversiones destinadas al Eje Mediterráneo tienen que ir a los tramos que aún están sin hacer a lo largo de la ribera mediterránea, entre los cuales figura la conexión de Murcia con Alicante y con Almería.

Por su parte, José María Albarracín recordó que las patronales de Almería, Murcia y Alicante, junto con las confederaciones empresariales de Andalucía y de la Comunidad Valenciana, han organizado un calendario de movilizaciones a favor del Eje Mediterráneo, que arranca el próximo mes de mayo en Murcia y terminará en noviembre en la sede de la patronal nacional CEOE. Albarracín dejó claro que los empresarios no van a renunciar al Eje costero entre Algeciras y la frontera francesa, al tiempo que hacía valer la aportación de las comunidades mediterráneas, que suponen más del 50% de la población, del PIB y de las exportaciones, mientras que acaparan más del 60% del tráfico marítimo.

Joan Amorós precisó que el Corredor debe prolongarse hasta Budapest, la capital de Hungría, y acabar de completarse en los demás países por los que atraviesa, en los que también está encontrando escollos, como Francia.

Advirtió de que el túnel que conectará las estaciones de Atocha-Chamartín o el aeropuerto de Barajas se financiarán con fondos que deberían ir destinados al Corredor ferroviario Mediterráneo. También reprochó al Gobierno español que incluya la conexión Granada-Antequera entre los tramos que se financiarán con fondos del Corredor Mediterráneo, mientras que quedan relegadas otras obras del eje costero que debe pasar por la Región, como la conexión de Monforte del Cid con Murcia.

Ferrmed y los empresarios han pedido al Ejecutivo central que en un plazo no mayor de siete meses presente un plan concreto a corto, medio y largo plazo sobre el Corredor, que establezca la cronología de los tramos que aún están sin ejecutar.

El presidente de Ferrmed propone a las cuatro autónomas por las que discurrirá el eje ferroviario para mercancías y viajeros que comunicará Algeciras con Escandinavia y los países del centro de Europa que que acudan a Madrid, «no uno a uno, sino todos juntos».

Amorós agradeció además al Ministerio de Fomento que haya nombrado recientemente un coordinador para las obras del Corredor, Juan José Barios, al que le han enviado una carta abierta expresándoles sus preocupaciones. Recordó el ahorro que el ferrocarril aportará al transporte de productos perecederos, asegurando que las frutas y verduras murcianas no podrían llegar por carretera a ciudades como Varsovia o Moscú, dado que el viaje supera los cuatro días que tolera la exportación en fresco, mientras que en tren llegaría sin ningún problema.

Destacó igualmente que en los próximos años va a cobrar mucha importancia el coste medioambiental de las exportaciones, dado que los consumidores de los países nórdicos miden mucho el impacto en la huella de carbono de los productos que compran.

Joan Amorós indicó que estas exigencias ya se han planteado en Suecia y dio por seguro que en poco tiempo se sumarán otros países como Finlandia o Dinamarca, que dejarán de comprar productos importados cuyo transporte suponga una carga de emisiones contaminantes.