Juan José Celdrán Vera lleva en los genes la semilla de ser emprendedor. Todas las generaciones que dan forma al árbol genealógico de su familia han sido empresarios o, en algunos casos, trabajadores por cuenta propia. La idea de crear un negocio empezó a rondar su cabeza desde que salió de su pueblo, El Migrano, para estudiar en Cartagena. Un lustro después, y pese a su juventud (24 años), empezó a dar forma a todo lo aprendido durante su formación «en una cochera de 119 metros cuadrados en el barrio de Los Dolores», recuerda el protagonista, que no tardó en encontrar su sitio en el exigente panorama empresarial.

Su perseverancia le llevó a fundar su propia compañía, Mecanizados J.J. Celdrán, que desde hace más de tres décadas realiza todo tipo de actividades derivadas de la transformación de materias primas (aceros, aleados, fundidos, inoxidables, bronces, latones o plásticos técnicos de última generación) en piezas terminadas. «El objetivo desde el principio ha sido dar un servicio completo, si así lo requiere el cliente. Es decir, ofrecemos el diseño y cálculos, fabricación, montaje y puesta en marcha, o reparación, según la necesidad del caso», afirma el alma máter de esta empresa, que también fabrica repuestos, piezas complejas, pequeñas y grandes series, utillajes y partes de equipos, y repara piezas, suyas o de otros fabricantes, pero «siempre mejorando el producto y adaptándolo a los requerimientos».

Superviviente de las crisis

A lo largo de estos más de 30 años de vida, Mecanizados J.J. Celdrán ha mostrado su capacidad para sobrevivir a varias crisis. «En la de los 90, tras superar las dificultades que todos los de este sector vivimos, fuimos catapultados a un gran crecimiento; de aquellos 119 m2 de la cochera de los Dolores y tres operarios, a las instalaciones modernas de 600 m2 en el Polígono Industrial Cabezo Beaza en el año 1997», reconoce el fundador de la compañía, que añade: «Con esta interminable crisis que azota a todos los sectores, hemos sabido aprovechar los balances de mercado para seguir creciendo, con nuevos proyectos de ampliación de instalaciones y oficina técnica, así como de máquina-herramienta para mecanizado de alta precisión, y la incorporación de una línea de trabajo Triple Fast».

La organización, llave del éxito

Pese a contar con menos personal que «en los años de bonanza», Mecanizados J.J. Celdrán dispone de un amplio equipo de operarios que están repartidos en las provincias de Murcia y Alicante y estructurados en diferentes sectores. De hecho, dos de las empresas del grupo al que pertenece «están interrelacionadas entre sí para aprovechar las sinergias y optimizar los recursos propios de la actividad».

«Es decir, Mecanizados J.J. Celdrán, S.L.U. fabrica y La Celtica XXI, S.L.U. monta y repara sus productos en Alicante», explica Juan José Celdrán Vera, que tiene claro que el éxito de sus empresas «radica en la excelente organización, donde cada profesional tiene interiorizado por convicción su área de trabajo, donde las funciones están muy claras sin interferir en la parcela del compañero». «Y siempre con el escrupuloso cumplimiento de las ISO 9001-2008 y 14001-2004 y las conductas de régimen interno que llevo aplicando desde hace 30 años. Basadas en el respeto, primero como personas y después como profesionales. Ya seamos técnicos, secretarias, encargados o jefes, todos somos necesarios para engranar en esta compleja maquinaria, que es la empresa, y nadie chirríe», puntualiza.

Una de las características que distingue a Mecanizados J.J. Celdrán del resto es su carácter altruista y solidario, como demuestra las donaciones realizadas para adornar rotondas o el patrocinio deportivo de equipos de diferentes modalidades. A nivel personal, Juan José Celdrán Vera también ha colaborado como socio fundador en la construcción de un hospital, La Fraternidad, en Chinguetti, Mauritania, a través de la Fundación Chinguetti.