No gana para disgustos Mariano Rajoy con la Región. Otro señor de Murcia, esta vez el fiscal Manuel López Bernal, relevado de la jefatura del Ministerio Público, se convirtió de nuevo ayer en protagonista de la actualidad nacional. Al jefe del Gobierno, como ya pasara cuando le preguntaron por la imputación de Pedro Antonio Sánchez en presencia de Hollande, le interpelaron esta vez por el polémico asunto en la rueda de prensa que dio con el presidente argentino, Mauricio Macri. Y Rajoy respondió a lo Rajoy: «No voy a entrar a juzgar la decisiones del Consejo Fiscal. Siempre me parecerán muy bien y también las que tomé el fiscal general del Estado. Hay otros que lo que quieren es a lo mejor otra cosa distinta, pero en este país, o se aplican las reglas o acabaremos teniendo un problema», afirmó el presidente.

El relevo del fiscal de Murcia estuvo ayer en boca de todo, sobre todo la oposición política, que achaca el cambio al caso Auditorio, sin caer en la cuenta de que José Luis Díaz Manzanera, el sustituto de López Bernal, fue el fiscal que instruyó esta causa que afecta al presidente de la Comunidad, para el que pidió un delito más (administración desleal) de los cuatro que luego le imputó la juez de Lorca.

PSOE, Unidos Podemos, Ciudadanos y Compromís solicitaron ayer la comparecencia urgente en el Congreso de los Diputados del ministro de Justicia, Rafael Catalá, para que explique los nuevos nombramientos. Los socialistas y el partido de Pablo Iglesias pidieron también que el ministro del Interior, José Ignacio Zoido, dé cuentas en el Parlamento sobre los tres allanamientos producidos en los últimos seis meses en los domicilios de dos personas que trabajan en casos de corrupción de la Región de Murcia (el fiscal anticorrupción y un subsecretario de Hacienda). «España puede acabar tomando un camino similar a la Italia de Berlusconi», declaró el diputado de Compromís Enric Bataller.

Antonio Hernando, portavoz parlamentario socialista, propuso asimismo que Manuel López Bernal comparezca ante la subcomisión de Justicia del Congreso, que se celebra a puerta cerrada, para que hable «de las escalofriantes denuncias de intimidación» que dice que ha sufrido por perseguir la corrupción en estos años como fiscal superior. «Pido al PSOE que aparte sus sucias manos de la Justicia», respondió el portavoz adjunto del Grupo Popular, el murciano Teodoro García Egea.

«Todavía no conozco la propuesta de nombramientos pero estoy seguro que las personas que hayan podido ser propuestas para sustituir a las que hasta ahora ejercían sus funciones son todos ellos fiscales de absoluta cualificación, de absoluta capacidad y que desempeñan sus funciones con total profesionalidad», señaló, sobre los cambios, el ministro Catalá, que rechaza que haya habido purga de las personas que más se han destacado por perseguir la corrupción política.

En la Región, PSOE, Podemos y Ciudadanos lamentaron la marcha de López Bernal. Podemos, incluso, ve en el relevo una estrategia clara del Gobierno para salvar a PAS del caso Auditorio, pese a la dureza que ha mostrado Manzanera en la instrucción de la causa. La portavoz del Gobierno regional, Noelia Arroyo, se refirió a que el cambio en la Fiscalía se ha producido porque López Bernal, al que deseó suerte, cumplía mandato, aunque dejó una frase que puede ser interpretada en doble sentido: «Ya tocaba».