El presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, no tiene intención de dimitir, al menos de momento, tras ser citado a declarar en el TSJ en calidad de investigado en el caso Auditorio. Por mucho que se haga insoportable la presión para que lo haga, sobre todo de Ciudadanos, el partido que tiene la llave para desalojarlo de San Esteban a través de una moción de censura o con el bloqueo parlamentario de toda la iniciativa del Gobierno regional.

Y es que el presidente regional y el PP ven contradicciones en los planteamientos de sus socios, pues a la vez que exigen su renuncia, apelando al primer punto del acuerdo de investidura firmado en junio de 2015 (que obliga a apartar a los investigados por corrupción política), presentan en el Congreso de los Diputados una Ley Anticorrupción que fija claramente en la apertura de juicio oral (el encausamiento, según la última reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal) el momento en el que los cargos públicos inmersos en procedimientos judiciales deben abandonar su puesto.

Por tanto, PP y Ciudadanos mantienen un tira y afloja respecto al futuro de PAS. Desde Ciudadanos Región de Murcia creen que el acuerdo de investidura prevalece sobre la modificación legal aprobada ayer en el Congreso, pues se trata de un compromiso personal asumido por Pedro Antonio Sánchez no solo con ellos, sino con toda la sociedad murciana. En cambio, en el PP alegan que una ley está por encima de cualquier otro documento que puedan suscribir dos partidos.

El portavoz regional de C's, Miguel Sánchez, insistió ayer en que el presidente regional se tiene que marchar inmediatamente, antes incluso de prestar declaración ante el TSJ el próximo 6 de marzo. Sánchez ha enviado una carta al jefe del Ejecutivo solicitándole una reunión para la semana que viene, «a fin de tratar este asunto de forma personal». Miguel Sánchez asegura que en esa entrevista pedirá al presidente que «recapacite y entre en razón», para lo cual propone como «solución» que encuentre un candidato alternativo dentro del PP que le releve al frente del Gobierno regional. Ciudadanos, según ha podido saber esta Redacción, no cierra la puerta a que PAS pueda seguir como diputado en la Asamblea hasta que se aclare su situación judicial. Esto permitiría al presidente volver en el caso de que las acusaciones que pesan contra él se archiven.

Fuentes de San Esteban confirman que la reunión se llevará a cabo la próxima semana (no se sabe el día) y que, en la misma, PAS explicará con todo detalle al portavoz de C's el caso Auditorio para convencerle de que las acusaciones no tienen fundamento.

Miguel Sánchez acusa a los populares de «estar intentando hacer trampas al solitario y retorciendo la realidad» sobre el acuerdo de investidura firmado en junio de 2015. Cree que la salida de PAS debe producirse «sin traumas, con serenidad y transparencia».

El propio Albert Rivera, presidente nacional de Ciudadanos, se mostró contundente sobre el futuro político de PAS. Rivera instó al PP a cumplir el acuerdo de investidura y proponer un candidato alternativo. No quiso pronunciarse, como tampoco lo hace Ciudadanos Región de Murcia, sobre la posibilidad de presentar una moción de censura junto a PSOE y Podemos en el caso de que el jefe del Ejecutivo se enroque. Prefirió esperar a lo que ocurra en la reunión que Miguel Sánchez (al que elogió) mantenga con el presidente de la Comunidad, si es que finalmente esta se produce.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, reclamó a Ciudadanos «no dar más vueltas de tuerca» en el asunto de la situación judicial de Pedro Antonio Sánchez y recomendó al partido de Rivera «leerse los papeles y no cambiar cada día de opinión».