Después de dos años de inflación en números rojos los precios han subido un 3% en enero en relación al primer mes del año pasado, debido a la subida de la luz y al encarecimiento de las gasolinas. No obstante, las rebajas de enero han tenido su impacto en la cesta de la compra y han hecho que el Índice de Precios de Consumo (IPC) de la Región haya descendido un 0,7% respecto al mes de diciembre, mientras que su tasa interanual aumentó un 3%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

La Región de Murcia se convierte así en la cuarta comunidad, junto con Galicia y Extremadura, con el mayor descenso de los precios respecto a diciembre. En lo que va de año bajaron un 0,7%, dos décimas más que en España.

Por grupos, los más inflacionistas fueron vivienda (2,7 por ciento), que acusa la subida del recibo de la luz y de los servicios domésticos; bebidas alcohólicas y tabaco y transporte, ambos con un 1,1 por ciento; alimentos y bebidas no alcohólicas (0,8 por ciento); hoteles, cafés y restaurantes (0,2 por ciento); y medicina (0,1 por ciento). Por contra, los precios permanecieron congelados en la enseñanza y en 'otros, mientras que bajaron en vestido y calzado (-16,8 por ciento), ocio y cultura (-1,4 por ciento), menaje (-0,7 por ciento) y comunicaciones (-0,4 por ciento).

En toda España los precios alcanzaron también una subida interanual del 3% en enero, aunque el IPC retrocedía un 0,5% respecto a diciembre. La subida estaba impulsada por el encarecimiento de la electricidad y los carburantes hasta niveles que no se veían desde octubre de 2012.

Los servicios asociados a la vivienda también fueron los más inflacionistas, con un encarecimiento anual del 7,4 por ciento debido al alza del consumo eléctrico y del gasóleo para calefacción; y el transporte, con el 7,6 por ciento. Por el contrario, las rebajas de enero hicieron caer un 15,3 por ciento los precios de la ropa y el calzado.

En el caso de la vivienda, el incremento interanual de precios en enero fue seis puntos y medio superior al de diciembre y respondió al incremento de la electricidad, frente al descenso del año pasado, y en menor medida al del gasóleo para calefacción y el gas natural, que también cayeron un año antes.

En cuanto al transporte, el incremento fue casi tres puntos superior al de diciembre, sobre todo por el encarecimiento de los carburantes, frente a la bajada de enero de 2016.

Por el contrario, contuvieron sus precios los otros bienes y servicios, con una tasa que disminuyó cinco décimas hasta el 1,4 %, por el comportamiento de los seguros; y las comunicaciones, cuya tasa bajó siete décimas hasta el 2,6 %, por el abaratamiento de los servicios de telefonía, que se encarecieron un año antes.

Una vez eliminados los elementos más volátiles de la cesta de la compra (energía y alimentos frescos), la inflación subyacente registró un incremento interanual del 1,1 %, una décima superior al del mes pasado y casi dos puntos por debajo del IPC general.

En tasa mensual, los precios cayeron durante enero el 0,5 %, sobre todo por el abaratamiento del vestido y calzado (15,3 %) por las rebajas de invierno