La muerte de cinco jóvenes el pasado fin de semana ha conmocionado al municipio de Torre Pacheco, como se pudo comprobar en el funeral conjunto que se ofició este lunes en el Polideportivo Municipal de la localidad, que celebraba su segundo día de luto oficial de los tres decretados por el Gobierno municipal.

La emoción se podía palpar desde primera hora de la mañana en una jornada de fuertes emociones ante el dolor todavía muy reciente. Una madrugada, la del domingo, que ingresa en una fatídica lista de accidentes múltiples en las carreteras.

Centenares de vecinos quisieron acompañar a las familias de los fallecidos, cuatro chicos y una chica, de entre 18 y 21 años de edad. Sólo los sollozos de quiénes asistieron al acto rompían un silencio desgarrador. No había consuelo a una tragedia inesperada y que ha sumido a esta pequeña localidad de la Región de Murcia en un shock del que tardará tiempo en recuperarse.«Podía haber sido cualquiera de nuestros nietos», hablaban entre sí los vecinos, afectados como todos por la tragedia.

Desde casi una hora antes de comenzar el funeral, decenas de personas empezaban a llegar al lugar del acto. Un Polideportivo que se quedó pequeño ante las muestras de cariño que han recibido las familias y amigos de los fallecidos. Muchas personas tuvieron que quedarse fuera del Frontón Municipal ante la gran cantidad de gente que quiso mostrar su solidaridad y afecto en el terrible trance que están viviendo las familias de los jóvenes que perdieron la vida.

El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, que ofició la misa funeral, se mostraba consternado antes del comienzo del acto. Un suceso que le dejó sin palabras. «No sé si uno es capaz pronunciar una palabra en una circunstancia de estas porque vivir un acontecimiento de estos es siempre una tragedia. No solamente para las familias y el pueblo sino también para uno mismo ayer, preparando la misa funeral, no encontraba palabras. Sólo me venía el silencio y el hecho de estar junto a estas familias que estarán llorando y estarán destrozados porque no podrán soportar el dolor de sus seres queridos», afirmó Lorca.

El funeral conjunto transcurrió fuera del alcance de los medios de comunicación por expreso deseo de las familias de las víctimas, prolongándose durante algo más de una hora, en la que el silencio sólo se ha roto por algunos asistentes al término de la ceremonia, cuando han acogido con aplausos la salida de los féretros, adornados todos con idénticas rosas blancas. Los coches fúnebres se rodearon además de varias coronas de flores enviadas tanto de familiares como de diversas instituciones.

Durante la homilía, el obispo afirmó que se encuentra, al igual que todos los vecinos, «con el corazón roto» y reconoció que «no es fácil decir una palabra para que pueda tener sentido de lo vivivido», afirmó Lorca. «No es fácil porque estamos sumidos en un dolor grande por esta tragedia. Te quedas sin palabras cuando sabes que ya no tiene remedio», añadió el obispo, que intentó consolar a las familias diciéndoles que «sólo queda rezar y apoyarte en el hombro de aquel que viene a consolarte y seguir adelante ayudando a los que te rodean».

Las caras durante la misa funeral mostraban el profundo dolor que todo el pueblo padece en estos momentos. Miradas perdidas se fundían con las lágrimas incontenibles de todos los asistentes, sin importar la mayor o menor cercanía emocional con las familias, ante los féretros de los fallecidos, cada uno identificado con una fotografía encima del ataúd. El dolor ha afectado a todo el pueblo de Torre Pacheco, que todavía tardará en recuperarse del golpe.

La gran cantidad de gente y la fragilidad emocional de los familiares provocó que algunos tuvieran que ser atendidos por los miembros sanitarios que se encontraban en el recinto, sin mayores consecuencias. Los familiares se apoyaban los unos en los otros intentando aplacar un dolor que como decía el obispo de Cartagena, «será más fuerte mañana, y pasado, y al otro...». No faltó nadie a este sentido homenaje a las víctimas con la misa funeral.

Miembros de la peña atlética, a la que pertenecían los cuatro varones, también estuvieron presentes y mandaron una corona de flores en señal de condolencia. Al final de la misa, el obispo de Cartagena pidió rezar por la pronta recuperación de las chicas que se encuentran recuperándose.

Además se anunció una eucaristía para el viernes a las siete de la tarde por los fallecidos. «Tenemos que seguir juntos en este momento», afirmó Lorca.