Los hospitales murcianos están utilizando un anticoagulante sustituto del Sintrom cuya seguridad y efectividad ha puesto en duda el propio Ministerio. Estudios, ensayos clínicos y visto bueno de las autoridades sanitarias y agencias competentes son algunos de los trámites que deben pasar los nuevos fármacos para llegar al mercado, proceso que siguieron los nuevos anticoagulantes que se comenzaron a utilizar hace 5 años y cuyos ensayos clínicos se han puesto en entredicho y han hecho que el propio Ministerio de Sanidad emitiera el pasado mes de noviembre un Informe de Posicionamiento Terapéutico (ITP) pidiendo precaución, una situación que se mantendrá hasta que no haya datos fiables para valorar si se recomienda su uso en pacientes con fibrilación auricular no valvular susceptibles de la técnica de cardioversión.

No obstante, en los hospitales murcianos se sigue utilizando, ya que la Comisión de Farmacia de Murcia aprobó en abril de 2015 la ampliación en el uso de estos anticoagulantes orales, que hasta ese momento se limitaba a los servicios de Cardiología, Hematología, Geriatría y Medicina Interna, a los servicios de Urgencias Hospitalarias, autorización que sigue vigente hoy en día.

La voz de alarma la han dado desde la Plataforma NoGracias (contraria a primar los intereses de las farmacéuticas sobre la protección del paciente) y la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública (ADSP), quienes afirman que se están cometiendo irregularidades con estos nuevos anticoagulantes «cuyos riesgos no son aún bien conocidos para esta indicación».

Pero no son los únicos, ya que un informe sobre la utilización de los nuevos anticoagulantes elaborado por los propios expertos de la Consejería de Sanidad en 2012, y al que ha tenido acceso esta redacción, ya recogía que «estos nuevos medicamentos presentan algunas desventajas e incertidumbres sobre su seguridad, ya que su experiencia de uso es limitada, por lo que deben ser utilizados con prudencia y cuya trascendencia clínica será necesario analizar».

El vicepresidente de la ADSP, Abel Novoa, explica que «según la recomendación del Ministerio, estos fármacos se pueden usar off-label o fuera de ficha técnica, pero siempre con el consentimiento informado del paciente, tal y como recoge la legislación sanitaria y en casos muy puntuales. «No entendemos por qué se aprueba el uso de unos nuevos fármacos cuyos beneficios no se han demostrado cuando tenemos el Sintrom, cuyos riesgos son conocidos», apunta.

El Sintrom es el anticoagulante más habitual y en la mayoría de los casos está indicado para la prevención de la embolia e ictus en fibrilación auricular, que es la arritmia cardíaca crónica más frecuente, un problema que afecta al 9% de la población mayor de 60 años.

Encuentro de expertos

Desde la dirección general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano han anunciado, tras estas últimas denuncias, su intención de revocar el documento que hicieron en 2015 abriendo la mano con el uso de estos nuevos fármacos. Así, el subdirector general de Farmacia e Investigación, Casimiro Jiménez, aseguró ayer que ante el informe del Ministerio volverán a reunir a la comisión de expertos con el objetivo de analizar cómo se han estado utilizando los nuevos anticoagulantes en la Región de Murcia en pacientes con fibrilación auricular no valvular susceptibles de la técnica de cardioversión y qué efectos han tenido «para adaptarnos a la nueva normativa que han marcado desde Madrid». Una reunión en la que han invitado a participar a NoGracias y a la Asociación de Defensa de la Sanidad Pública. Además, quiso mantener la calma y afirmó que «aunque hay que usar estos fármacos con precaución, no hay riesgo para los pacientes».