La presidenta del Asociación Murciana de la Empresa Familiar (AmefmurI, Marian Cascales, se quejó ayer del trato que las empresas reciben de la Administración y reclamó la supresión de los impuestos de Sucesiones y Donaciones y de Patrimonio, recordando que este último está ligado al ahorro y supone una penalización.

«A las empresas se las exprime, se las azota, aunque el tejido empresarial murciano es como su huerta, muy agradecido», manifestó Marian Cascales durante la presentación del Barómetro de Amefmur.

Sin embargo, recordó que la empresa familiar representa «el 92% del tejido empresarial y el 85,3% del empleo», por lo que tiene un gran protagonismo en el desarrollo económico y en la creación de puestos de trabajo.

Para la presidenta de Amefmur, la Administración actúa como «un socio al 25%», ajeno a las necesidades de las empresas que, a su juicio, pasan por «la seguridad y la flexibilidad. La incertidumbre es inseguridad», recordó. Añadió que los datos de la EPA difundidos la pasada semana han puesto de manifiesto «el compromiso» de las empresas familiares con el crecimiento de la Región». Por eso, Marian Cascales reclama «reducción de impuestos y acuerdos laborales más flexibles. Si los impuestos son bajos, somos más competitivas y eso supone más inversión, más empleo y mayor actividad económica». En concreto, reclamó la desaparición del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que se ha reducido un 99% para las transmisiones de empresas, mientras que la rebaja para las herencias de los particulares sube este año del 50% al 60%.

Marian Cascales destacó igualmente la implicación de las empresas familiares en la economía regional y valoró que el número de compañías participantes en el sondeo haya subido de las 136 del anterior Barómetro a 147.