Las empresas familiares de la Región llevan seis semestres consecutivos creando empleo y casi la mitad ha aumentado su facturación, según se desprende del 16º Barómetro de Amefmur, que fue presentado ayer. El sondeo, en el que han participado 147 empresas, refleja la vuelta al optimismo, que anima al 35% de los encuestados a plantearse nuevas inversiones. La presidenta de Amefmur, Marian Cascales, destacó que la disposición a emprender proyectos de inversión mantiene las expectativas de crecimiento económico apuntadas en la encuesta.

La última edición del Barómetro que desde 2008 elabora Amefmur confirma el crecimiento de la actividad económica y del empleo que se ha producido en la Región el pasado año, según indicó Ángel Meroño, director de la Cátedra de la Empresa Familiar, creada hace diez años. Refleja igualmente la recuperación de la confianza empresarial tras «el episodio de incertidumbre ligado a la repetición de las elecciones y la consiguiente interinidad del Gobierno dela nación». Una vez resuelta la interinidad del Ejecutivo, el 33,6% de las empresas percibe un clara mejoría de la economía regional, mientras que el 51,8% da por hecho que se mantendrá la situación actual. El porcentaje de los empresarios que notan un empeoramiento se reduce al 14,6%, algo superior a la proporción de los que son pesimistas respecto a la economía española, que está en el 12%.

La diferencia entre las empresas que ven un clara mejoría y las que atisban un empeoramiento arroja un saldo positivo del 19%, que es el más alto alcanzado hasta ahora, según destacó Ángel Meroño.

Las previsiones para los próximos seis meses muestran un mantenimiento de la recuperación y «una progresiva vuelta a la normalidad» y ponen de manifiesto que el desconcierto creado por la interinidad en La Moncloa llevó a las firmas encuestadas a hacer unas previsiones de futuro «sustancialmente peores a los resulados que finalmente se han producido, posiblemente por la elevada desconfianza sobre las negociaciones sobre la conformación de gobierno».

Finalmente, la conclusión ha sido que un 46,5% de las empresas ha mejorado su facturación. Esto ha permitido que el 93,6% de los encuestados haya mantenido o aumentado su plantilla. Destacan especialmente los planes de inversión, que aumentan para el 34,5% de las encuestadas y encadenan cuatro semestres seguidos de saldo positivo.

La evolución de las exportaciones se mantiene también al alza, a pesar del retroceso que han registrado las ventas la exterior de la Región como consecuencia de la caída de l0s carburantes. Así, un 70,9% de las empresas confía en mantener sus cifras de comercio exterior y un 16,4% prevé aumentarlas, mientras que el 12,7% espera un descenso.

El único indicador que mantiene en números rojos es el precio de venta, que ha mejorado para el 13% de las empresas, pero empeoran para el 19,6%, lo que arroja un saldo negativo del 6,5%. No obstante, el Índice de Confianza Empresarial experimenta un crecimiento de diez puntos.

A la hora de competir las empresas optan por cuidar 'la orientación al servicio', descendiendo entre sus prioridades 'la orientación a la eficiencia'.

En relación con la propia empresa familiar, las encuestadas muestran una preocupación creciente por la dimensión familiar de la compañía. En los últimos seis meses ha crecido la implicación de la familia propietaria, lo que se pone de manifiesto con una mayor participación en la dirección y un aumento de las empresas que serán transmitidas a la siguiente generación (casi un 20%).

La mayor parte de las empresas encuestadas declara haber superado ya la primera generación (72%) y cuatro de cada diez ya ha consensuado el proceso de sucesión del máximo responsable.

Las empresas familiares perciben que sus principales características tienen que ver con la implicación de la familia en la empresa, a la vez que el compromiso con el empleo, la riqueza y la reputación. Como principales ventajas que tienen respecto a las empresas no familiares, en el estudio se menciona la motivación, la rapidez en la toma de decisiones y la cercanía a clientes, empleados y proveedores. Por el contrario, los mayores inconvenientes son las interferencias de los ámbitos familiar y empresarial y problemas derivados de la falta de tamaño.

El 69% de las empresas familiares de la Región muestra su intención de «mantener la actual estructura de propiedad y de gobierno corporativo». Un 18% apuesta por transmitir la compañía a la siguiente generación y un 5% piensa incorporar directivos externos. Un 4% prevé la venta y en la misma proporción el cierre, que sube dos puntos.

La directora territorial de Cajamurcia, Olga García, agradeció «el enfoque pionero» que ofrece el Barómetro de Amefmur y destacó que las buenas perspectivas recogidas en el sondeo coinciden con las previsiones que manejan otros organismos. Recordó que el Fondo Monetario Internacional ha revisado al alza las previsiones de crecimiento para 2017 y 2018, aunque los augurios para este año y el próximo ya no son tan espectaculares como son los de 2016. Por su parte, el rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela, dijo que la presentación del Barómetro le recordaba siempre el trabajo que realizaba su padre en los años 70 del siglo XX, cuando este tipo de sondeos todavía resultaban algo muy novedoso. La vicerrectora de Emprendimiento y Empleo, Francisca Tomás, apuntó que los rasgos característicos de la empresa familiar garantizan su continuidad.