Casi ocho décadas después, la nieve volvió a la ciudad. Lejanas quedaban las nevadas de enero de 1914 ó de las Navidades de 1926. También la última, la del día de San José de 1939, de la que apenas hay mucha información y que el paso de los años había convertido casi en una leyenda. Pero los cartageneros vieron ayer cómo la historia siempre es caprichosa y comprobaron que en la ciudad trimilenaria, donde conviven yacimientos púnicos y romanos con arquitectura modernista, también hay sitio para la nieve.

El día amaneció con un tiempo normal, pese a la bajada de temperaturas. Pocas nubes y algo de sol que los cartageneros aprovecharon para volver a pasear con sus gafas de sol y con escaso abrigo. Pero sobre las doce del mediodía, todo cambió. Como era de esperar -las noticias sobre las nevadas ya habían pasado por Valencia e Islas Baleares, habían llegado a San Pedro del Pinatar y San Javier y continuaban su descenso hacia el sur- la nieve hizo acto de presencia.

Incluso la vicealcaldesa de la ciudad, Ana Belén Castejón, que en ese preciso instante estaba dando una rueda de prensa sobre la oferta turística del municipio que se mostrará mañana en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, anunció: «Me comunican que está empezando a nevar en la ciudad», a lo que siguieron múltiples miradas de todos los presentes en la sala de prensa hacia las ventanas del Palacio Consistorial.

Un edificio que fue el blanco de múltiples fotografías de los cartageneros y visitantes más atrevidos, ya que apenas hubo gente paseando por las calles del centro más allá de los trabajadores que al mediodía desfilaban a sus casas. También el puerto fue protagonista de las instantáneas más buscadas, al combinar el mar con los copos de nieve.

Una estampa que se pudo tener tanto en la playa urbana de Cala Cortina como en los arenales de La Manga y Cabo de Palos. Y es que, ayer, la ciudad trimilenaria mostró una imagen a la que sus ciudadanos no están acostumbrados, cambiando el sol y la playa por el abrigo, el paraguas y la nieve.

Escapadas en familia

No obstante, muchos cartageneros sí que aprovecharon la jornada para acudir en familia a las zonas con más nieve del municipio y alrededores, ya que en la ciudad apenas cuajó sobre los coches y los edificios, dejando poca constancia en las calles.

Así, fue habitual ver a grupos de personas en zonas como Tentegorra, la sierra minera o más adentrados en el campo de Cartagena. No obstante, muchos de ellos se encontraron con efectivos de emergencias que informaron de la situación y del peligro de una nueva nevada. De hecho, la previsión es que hoy continúen las bajas temperaturas y no se descarta que la nieve vuelva a aparecer, aunque en cotas más altas.

Ante este panorama, las carreteras de Tallante y del Cedacero, que atraviesan los montes del mismo nombre, fueron cortadas ayer por la tarde, como precaución ante nuevas precipitaciones y el regreso de la nieve.