No es ella una persona que piense mucho en el mañana, pues la vida le enseñó a apreciar el día a día, pero tiene muy claro que para el futuro quiere un mundo en el que su hija, María Isabel, no tenga que preguntarse por qué ser mujer supone también unas dificultades añadidas para desarrollarse plenamente como persona. Isabel Franco Sánchez (Murcia, 1970) es desde hace unas semanas la directora del Observatorio para la Igualdad de Oportunidades entre mujeres y hombres, un organismo creado hace dos años por la patronal de mujeres empresarias de la Región con el objetivo de eliminar toda barrera de género que todavía se pueda encontrar en cualquiera de los ámbitos de la sociedad murciana.

Isabel es una periodista de cuna, que de niña escribía cartas a los directores de los periódicos para avisarles de que algún día trabajaría con ellos «aunque sea editando las dos páginas de la programación de televisión». Es una respetada profesional de contrastada trayectoria en el sector, donde ha hecho de todo (televisión, radio, prensa escrita, comunicación institucional) y que hace unos años decidió establecerse por cuenta propia aprovechando el sinfín de posibilidades que la era de Internet ofrece en este oficio. «Yo no puedo decir que en mi sector me haya encontrado más dificultades para emprender, pero todas las mujeres nos hemos sentido alguna vez discriminadas en la vida. En el lenguaje, en el que te dice ´qué bonica vas con esa minifalda´. Estamos rodeados de actitudes sexistas, de las que no nos damos cuenta y que se eliminan con más formación. A muchos no les han explicado qué es tener un comportamiento no sexista. Hace poco hablaba con el dueño de un local para explicarle por qué no era procedente promocionar una fiesta con el cartel de una chica en actitud sexy. ¿Pero por qué no pones a un hombre y una mujer?». Y es que, asegura, la mujer sigue estando «demasiado cosificada» en este siglo XXI.

Con Isabel a las riendas, el Observatorio de la Igualdad de Omep pretende dar un salto de calidad, contar con mayor entidad para dar más visibilidad a la labor que tantas y tantas mujeres murcianas realizan cada día y comprometer a toda la sociedad civil de la Región en el apoyo y fomento de las políticas de igualdad. «Hay en la Región grandes empresarias como Isabel Sánchez, de Disfrimur, o Esther Gómez, de Frutas Esther. Pero si no estamos en los cargos directivos, es imposible que haya visibilidad», lamenta. Uno de los objetivos que se ha marcado en esta etapa es promover desde el Observatorio la elaboración de estudios fiables que ofrezcan una radiografía clara de la situación de la mujer en el mundo empresarial. «Uno de los problemas que nos encontramos es que hay muy pocos informes serios, que nos proporcionen información sobre la situación de las mujeres en las empresas de menos de 250 empleados, que no tienen obligación de aplicar planes de igualdad. Hace poco hemos hecho una aproximación y hay un 20% de empresas de este tipo gestionadas por mujeres. También nos hemos encontrado con empresarios concienciados con la igualdad, que quieren aplicar planes de igualdad en sus empresas pero no saben cómo hacerlo o no tienen los recursos», señala.

Otras prioridades son la implantación del horario laboral europeo ­-que sería un paso de gigante para la conciliación («una palabra que debe dejar de ser vista como algo exclusivamente femenino», advierte)­-, poner freno al alarmante incremento de la violencia machista entre los más jóvenes y defender a aquellas mujeres que tienen que abandonar el trabajo para atender a hijos o familiares y que luego sufren las consecuencias a la hora de obtener su pensión. Anuncia desde ya que, a la hora de defender la igualdad de oportunidades, no se van a achantar ante nada ni nadie. «Quien nos quiera silenciar, no lo va a conseguir. Cuando protestamos, nos hacen caso. Así seguiremos», advierte.