La Consejería de Educación ha abierto una investigación interna para revisar las actuaciones que se pusieron marcha en el momento en que el Instituto de Patiño Ingeniero Juan de la Cierva recibió la denuncia de los padres de Lucía, la adolescente de 13 años que hace dos semanas se quitaba la vida en su casa de Aljucer. El departamento de María Isabel Sánchez-Mora trata de averiguar si se produjo algún fallo en la aplicación del protocolo y las razones por las que no se informó a la Fiscalía de Menores, tal y como establece el procedimiento de actuación establecido para los casos de acoso escolar.

«El protocolo se activó, pero no se dio información a la Fiscalía», porque no llegó a considerarse necesario a la vista de los indicios conocidos en aquel momento, reconoció ayer la consejera. «Lógicamente, si hubieran detectado que sí había acoso escolar, lo hubieran puesto en conocimiento de la Fiscalía», apuntó. Las investigaciones sobre el suicidio fueron realizadas por el Grupo de Menores de la Policía Nacional de Murcia (GRUME).

Sánchez Mora apuntó que en este momento hay una investigación en curso con «información reservada» para averiguar qué ocurrió en el caso de Lucía. «Tenemos que tener cautela hasta que se averigüe lo que pasó de una forma fehaciente», manifestó la consejera en la rueda de prensa en la que presentó el plan destinado a detectar los casos de acoso y a prevenir el maltrato en los centros educativos.

El protocolo en vigor establece que al detectar una situación de este tipo la Consejería debe poner en marcha la recogida de información de todos los agentes que puedan proporcionar datos al respecto. A continuación, debe cumplimentar todos los trámites burocráticos. Finalmente, el equipo directivo, el de orientación y el de convivencia escolar deciden si se trata o no de una situación de acoso.

A preguntas sobre la posibilidad de tomar nuevas precauciones se pronuncia la Justicia en el caso de la niña que se quitó la vida, la consejera respondió que ya se habían tomado medidas como la expulsión del centro de algunos alumnos. Recordó que antes de que finalizara el protocolo los padres solicitaron a la Consejería el traslado de centro, que fue concedido, lo que permitió que Lucía continuara sus estudios en el instituto Licenciado Cascales de Murcia.

Destacó que en dos días, ese traslado a otro instituto «fue una realidad», lo que, a su juicio, demostraría que «se han tomado medidas, también educativas, por parte de la Consejería».